¿Cómo actúa un mismo fármaco agonista parcial de forma dual en la ansiedad y la depresión?
También en relación con los agonistas parciales, se sabe que dichos agentes favorecen -al interactuar con receptores controlados por la concentración del ligando natural- la apertura del canal iónico pero de forma parcial; de manera que actúan como agentes antagonistas si el neurotransmisor está presente en exceso (por ej., la serotonina en los trastornos de ansiedad); mientras que si el ligando se encuentra en niveles por debajo de la normalidad (como por ej., en los estados depresivos), su acción posee un efecto agonista neto, cuando el tratamiento es crónico o continuado, debido teóricamente a una regulación controlada de los receptores presinápticos (sin alterarse la sensibilidad de los postsinápticos) y a la normalización consecuente de la transmisión y liberación serotoninérgica, que conduce a la regulación del exceso de serotonina extraneuronal.
La acción de los agonistas parciales en cuanto a su grado de parcialidad es independiente de la dosis que se administre, y lo interesante de los mismos es que combinan en la misma molécula una funcionalidad -digamos- bivalente (agonista o antagonista), dependiendo de la cantidad y naturaleza del ligando presente. Al competir con el agonista completo natural por ocupar el receptor, el grado de parcialidad del agonista parcial se refleja en una mayor o menor apertura del canal iónico al ocupar dicho receptor; pero siempre la apertura será menor que si fuera ocupado por el propio agonista completo natural (neurotransmisor). Por otra parte, en presencia del agonista completo, un agonista parcial actúa como un antagonista. Del mismo modo, la administración de un antagonista desplazaría al agonista parcial fuera del receptor, anulándose la apertura del canal y volviéndose al grado de apertura característico del estado de reposo. Por ello, como habrá podido comprobar en el texto, en ausencia del agonista parcial 5-HT1A, la presencia (en exceso) del neurotransmisor agonista total ocuparía los receptores, provocando un flujo exacerbado de impulsos neuronales serotoninérgicos que conducen al estado ansioso.
Así pues, y siguiendo también en relación con los agonistas parciales, se sabe que dichos agentes favorecen -al interactuar con receptores controlados por la concentración del ligando natural- la apertura del canal iónico pero de forma parcial; de manera que actúan como agentes antagonistas si el neurotransmisor está presente en exceso (por ej., la serotonina en los trastornos de ansiedad); mientras que si el ligando se encuentra en niveles por debajo de la normalidad (como por ej., en los estados depresivos), su acción posee un efecto agonista neto, cuando el tratamiento es crónico o continuado, debido teóricamente a una regulación controlada de los receptores presinápticos (sin alterarse la sensibilidad de los postsinápticos) y a la normalización consecuente de la transmisión y liberación serotoninérgica, que conduce a la regulación del exceso de serotonina extraneuronal.