Los costes ocultos de los premios para las actividades de clase
La aplicación directa de premios para incentivar actividades de aprendizaje, como la lectura de libros o la realización de dibujos, puede parecer un método eficaz a primera vista, dado su fundamento en la ley del efecto. Sin embargo, esta práctica conlleva costes ocultos que pueden afectar negativamente la motivación intrínseca de los estudiantes y su relación con el aprendizaje.
Disminución de la Motivación Intrínseca. Uno de los costes más significativos de los premios externos es la potencial disminución de la motivación intrínseca. Cuando los estudiantes reciben recompensas externas por actividades que originalmente disfrutaban, pueden comenzar a asociar esas actividades con las recompensas en lugar de con el placer o el interés inherente en la tarea misma. Esto puede llevar a una reducción en el interés y el disfrute de la actividad una vez que las recompensas cesan.
Efecto de Sobrejustificación. La teoría de la sobrejustificación explica cómo las recompensas externas pueden llevar a que una persona atribuya su comportamiento a las recompensas en lugar de a su interés propio en la actividad. Esto significa que si un estudiante lee libros principalmente para obtener estrellas doradas, podría comenzar a pensar que lee solo por las estrellas, no por el placer de la lectura en sí.
Dependencia de las Recompensas. La dependencia de las recompensas para realizar actividades puede hacer que los estudiantes se vuelvan menos propensos a participar en estas actividades por iniciativa propia. Esta dependencia puede limitar la capacidad de los estudiantes para desarrollar autodisciplina y auto-motivación, habilidades cruciales para el aprendizaje autónomo y el éxito a largo plazo.
Efectos en la Percepción del Aprendizaje. El uso de premios para actividades de aprendizaje puede también cambiar la percepción de los estudiantes sobre el propósito del aprendizaje, viéndolo como un medio para obtener recompensas externas en lugar de como un fin en sí mismo. Esto puede afectar negativamente la valoración del aprendizaje como un proceso valioso y enriquecedor.
Calidad del Esfuerzo. La motivación por recompensas puede llevar a los estudiantes a centrarse más en la cantidad que en la calidad, apresurándose a completar tareas para obtener la recompensa en lugar de dedicar tiempo y esfuerzo a aprender y explorar los temas a fondo.
Para mitigar estos costes ocultos, los educadores pueden centrarse en estrategias que fomenten la motivación intrínseca, como establecer un clima de aula que valore el aprendizaje por sí mismo, ofrecer elecciones que permitan a los estudiantes seguir sus intereses, y proporcionar retroalimentación constructiva que reconozca el esfuerzo y el progreso. Es crucial encontrar un equilibrio entre el uso de recompensas externas y el fomento de una motivación intrínseca duradera hacia el aprendizaje.
Teorías conductistas de la recompensa frente a teorías cognitivas
Las teorías conductistas y cognitivas ofrecen perspectivas diferentes pero complementarias sobre el papel de los reforzadores en el aprendizaje y el control del aula. Cada teoría aporta insights valiosos sobre cómo los educadores pueden diseñar y aplicar estrategias efectivas para gestionar el comportamiento y fomentar el aprendizaje en los estudiantes.
Teorías Conductistas del Refuerzo. Las teorías conductistas, influenciadas por los trabajos de Edward Thorndike y B.F. Skinner, se centran en el refuerzo de las conexiones entre estímulos y respuestas a través de la aplicación de reforzadores. Según esta perspectiva, los comportamientos pueden ser modificados mediante la introducción de reforzadores positivos (como fichas o recompensas) que siguen a una conducta deseada, o reforzadores negativos que se eliminan tras la conducta deseada, haciendo que la conducta sea más probable que se repita en el futuro.
En el contexto conductista, el aprendizaje se ve como un proceso mecánico en el que la asociación entre el estímulo (por ejemplo, el entorno del aula) y la respuesta (por ejemplo, una conducta adecuada) se fortalece cada vez que se recompensa la respuesta. Este proceso es considerado automático y no requiere de una participación consciente por parte del estudiante para ser efectivo.
Teorías Cognitivas del Refuerzo. Por otro lado, las teorías cognitivas del aprendizaje, apoyadas por teóricos como Jean Piaget y Lev Vygotsky, enfatizan el papel activo del estudiante en el proceso de aprendizaje. Desde esta perspectiva, los estudiantes no solo reaccionan a los estímulos externos, sino que también piensan, interpretan y le dan sentido a la información que reciben.
Los reforzadores, en el marco cognitivo, funcionan más como información que ayuda a los estudiantes a construir un entendimiento y a planificar sus respuestas futuras. La realimentación y los reforzadores se interpretan en el contexto de las metas, expectativas y comprensiones previas del estudiante, lo que les permite ajustar su comportamiento de manera más consciente y reflexiva.
Implicaciones para el Control del Aula. La comprensión de estas dos teorías es crucial para los educadores que buscan aplicar estrategias efectivas de gestión del comportamiento en el aula. Mientras que las técnicas conductistas pueden ser muy efectivas para modificar comportamientos específicos a corto plazo, las estrategias cognitivas pueden proporcionar una base para cambios de comportamiento más duraderos al involucrar activamente al estudiante en el proceso de aprendizaje.
La integración de ambas teorías sugiere que, para un control efectivo del aula, los educadores deben no solo utilizar reforzadores para moldear comportamientos, sino también diseñar estas intervenciones de manera que fomenten la reflexión y el compromiso activo del estudiante con su propio proceso de aprendizaje. Esto podría implicar, por ejemplo, el uso de recompensas como una forma de proporcionar retroalimentación positiva, mientras se alienta a los estudiantes a reflexionar sobre el valor intrínseco de sus acciones y sobre cómo sus comportamientos contribuyen a sus objetivos de aprendizaje a largo plazo.
Investigación sobre los costes ocultos de la recompensa
Costes ocultos de los contratos de contingencia
El experimento descrito y los resultados de Lepper, Greene y Nisbett (1973) ofrecen una ilustración empírica clave sobre cómo las teorías conductista y cognitiva predicen el impacto de las recompensas en la motivación y el comportamiento, especialmente en el contexto del aprendizaje y la actividad intrínsecamente motivada, como el dibujo en niños. Este estudio es fundamental para entender la teoría de la sobrejustificación y cómo las recompensas extrínsecas pueden influir en la motivación intrínseca.
Teoría Conductista. La teoría conductista, basada en principios de condicionamiento y refuerzo, sugiere que los comportamientos seguidos por consecuencias positivas (recompensas) tienden a ser reforzados y, por lo tanto, más probable que se repitan. Desde esta perspectiva, tanto en la condición de recompensa esperada como en la de recompensa inesperada, se esperaría que los niños aumentaran el tiempo dedicado a dibujar después de recibir recompensas, ya que estas actúan como un refuerzo positivo para la conducta de dibujar.
Teoría Cognitiva y la Sobrejustificación. Por otro lado, la teoría cognitiva, especialmente la teoría de la sobrejustificación, ofrece una predicción diferente. Sostiene que si una actividad intrínsecamente motivadora es seguida por una recompensa extrínseca, especialmente si la recompensa es esperada, esto puede llevar a una reinterpretación cognitiva de por qué se realiza la actividad. Los niños en la condición de recompensa esperada pueden empezar a ver el dibujo no como algo que hacen por placer, sino como un medio para obtener una recompensa. Esto puede disminuir su motivación intrínseca para dibujar, ya que la justificación interna (el gusto por dibujar) se ve reemplazada por una justificación externa (obtener la recompensa).
Resultados Experimentales. Los resultados del experimento de Lepper, Greene y Nisbett confirmaron la predicción de la teoría cognitiva y de la sobrejustificación: los niños en la condición de recompensa esperada dedicaron menos tiempo a dibujar comparados con los niños en las condiciones de recompensa inesperada y sin recompensa. Esto indica que la introducción de recompensas extrínsecas esperadas puede disminuir la motivación intrínseca para realizar actividades que los niños ya encuentran interesantes y disfrutan por sí mismas.
Implicaciones. Estos hallazgos tienen implicaciones significativas para la educación, la crianza de los hijos y la gestión organizacional. Sugieren que el uso de recompensas extrínsecas debe considerarse cuidadosamente, especialmente para actividades que las personas ya encuentran motivadoras. El desafío es cómo utilizar las recompensas de manera que reconozcan el esfuerzo y el logro sin socavar la motivación intrínseca. La clave puede estar en cómo se perciben las recompensas: si se ven como un control o una manipulación, es probable que tengan efectos negativos; pero si se perciben como un reconocimiento de la competencia y el logro, podrían tener un impacto positivo o neutral en la motivación intrínseca.
El experimento descrito por Lepper, Greene y Nisbett en 1973 es un estudio clásico en la psicología de la motivación, específicamente diseñado para investigar los efectos de las recompensas extrínsecas sobre la motivación intrínseca para realizar una tarea que los participantes ya encuentran interesante por sí misma. Aquí te detallo cómo se estructuró el experimento:
Objetivo. El objetivo principal del experimento era examinar cómo diferentes tipos de recompensas afectan la motivación intrínseca de los niños para dibujar, una actividad que disfrutaban hacer durante su tiempo libre.
Participantes. Los participantes fueron niños en edad preescolar que se observaron previamente para identificar a aquellos que mostraban un interés intrínseco en dibujar.
Diseño del Experimento. El experimento dividió a los niños en tres grupos, cada uno sometido a una condición distinta respecto al tratamiento de recompensas:
- Condición de Recompensa Esperada: Antes de dibujar, a los niños de este grupo se les prometió una recompensa (un diploma con un sello dorado y un galón) a cambio de realizar algunos dibujos. Esto establecía un contrato de contingencia donde la recompensa dependía de completar la tarea.
- Condición de Recompensa Inesperada: Los niños en este grupo no fueron informados de antemano sobre ninguna recompensa. Sin embargo, después de dibujar, recibieron la misma recompensa que el primer grupo. La entrega de la recompensa fue una sorpresa para ellos.
- Condición Sin Recompensa: A los niños de este grupo no se les ofreció ninguna recompensa por dibujar. Esta condición sirvió como grupo de control para comparar el efecto de las recompensas en la motivación intrínseca.
Procedimiento. Los niños realizaron los dibujos durante su tiempo libre en la escuela. Después de implementar las condiciones de recompensa, los investigadores volvieron a la escuela unas semanas más tarde para observar cómo había cambiado el comportamiento de dibujo de los niños en cada grupo.
Medidas. El principal indicador de interés fue el porcentaje de tiempo libre que cada niño dedicaba a dibujar después de la intervención, comparado con su comportamiento de dibujo antes del experimento.
Resultados. Contrario a lo que la teoría conductista podría predecir (que cualquier forma de recompensa aumentaría la conducta), los resultados mostraron que:
- Los niños en la condición de recompensa esperada dedicaron significativamente menos tiempo a dibujar después de que se retiraron las recompensas, en comparación con antes del experimento.
- En cambio, los niños en las condiciones de recompensa inesperada y sin recompensa no mostraron una disminución significativa en el tiempo dedicado a dibujar.
Conclusión. Los resultados apoyaron la teoría de la sobrejustificación, sugiriendo que las recompensas extrínsecas esperadas pueden disminuir la motivación intrínseca para realizar actividades que originalmente son disfrutadas por sí mismas. Este fenómeno se interpretó como un cambio en la percepción de los niños sobre por qué realizaban la actividad: de hacerlo por placer a hacerlo por una recompensa externa.
Costes ocultos de las economías de fichas
La investigación sobre los «costes ocultos de las recompensas» destaca la complejidad inherente al uso de recompensas extrínsecas en contextos educativos, especialmente cuando se aplican a actividades que los estudiantes ya encuentran intrínsecamente motivadoras. Los hallazgos de Lepper, Greene, y sus colegas, así como las revisiones subsiguientes por Cameron, Pierce, Deci, y otros, ofrecen una comprensión matizada de cómo las recompensas pueden influir en la motivación intrínseca y, por extensión, en el aprendizaje y la transferencia de conocimientos.
Limitaciones de las Recompensas Extrínsecas. Las recompensas tangibles y esperadas, especialmente cuando se ofrecen simplemente por participar en una tarea, tienden a disminuir la motivación intrínseca. Esto se debe a que pueden alterar la percepción del por qué se está realizando una actividad: de hacerlo por interés personal a hacerlo por obtener un beneficio externo. Cuando se retiran estas recompensas, a menudo se observa una disminución en la participación en la actividad, lo que sugiere que la motivación original ha sido socavada.
Condiciones en las que las Recompensas Pueden Ser Beneficiosas. Sin embargo, la investigación también ha identificado condiciones bajo las cuales las recompensas no necesariamente disminuyen la motivación intrínseca y pueden, en ciertos contextos, incluso aumentarla. Estas incluyen situaciones en las que las recompensas son inesperadas, se basan en el rendimiento (es decir, se otorgan por alcanzar un nivel alto de logro en lugar de simplemente participar), y están estrechamente vinculadas al nivel de desempeño. Bajo estas circunstancias, las recompensas pueden servir como un feedback positivo que refuerza la percepción de competencia y autonomía del estudiante.
Interpretación de las Recompensas y el Aprendizaje. La clave para entender el efecto de las recompensas sobre el aprendizaje y la transferencia radica en cómo los estudiantes interpretan estas recompensas. Las interpretaciones de los estudiantes acerca de las recompensas influyen directamente en su motivación para realizar la tarea y en su capacidad para aplicar lo aprendido en nuevos contextos. Por ejemplo, las recompensas por alcanzar metas desafiantes pueden interpretarse como reconocimiento de la competencia y el esfuerzo, fomentando así una mayor motivación intrínseca y facilitando la transferencia.
Implicaciones para la Práctica Educativa. Para los educadores, estos hallazgos subrayan la importancia de ser cautelosos y reflexivos al implementar sistemas de recompensa. Las estrategias efectivas para promover el aprendizaje significativo y la transferencia deben ir más allá de la simple aplicación de recompensas extrínsecas, enfocándose en cómo estas recompensas son percibidas por los estudiantes. Fomentar la interpretación de las recompensas (y los errores) como oportunidades para el crecimiento y el aprendizaje puede ayudar a mantener o incluso aumentar la motivación intrínseca, lo cual es esencial para el aprendizaje profundo y duradero.
En resumen, las recompensas pueden ser una herramienta útil en el aula cuando se utilizan de manera estratégica y reflexiva, teniendo en cuenta las interpretaciones y percepciones de los estudiantes. La meta final debe ser apoyar la motivación intrínseca de los estudiantes para aprender, explorar y enfrentar desafíos, lo cual es fundamental para el desarrollo de aprendices autónomos y motivados.
Consecuencias de la investigación sobre los costes ocultos de la recompensa
La recomendación de «emplear el refuerzo positivo» en contextos educativos debe ser matizada con un entendimiento profundo de los costes ocultos asociados con las recompensas, especialmente cuando estas se aplican a actividades que los estudiantes ya encuentran intrínsecamente gratificantes. La investigación ha demostrado que, aunque las recompensas pueden ser efectivas para incentivar ciertas conductas o para introducir nuevos comportamientos, su uso indiscriminado puede socavar la motivación intrínseca y, por extensión, disminuir el interés y la participación en esas actividades una vez que las recompensas cesan.
- Consideraciones sobre el Uso de Recompensas:
- No Recompensar Actividades Intrínsecamente Motivadoras: Si un estudiante ya disfruta de una actividad, como leer por placer, introducir recompensas extrínsecas por participar en esa actividad podría cambiar su motivación de interna a externa. Esto podría llevar al estudiante a leer solo cuando se ofrecen recompensas, disminuyendo la probabilidad de que la actividad se realice por placer propio una vez retiradas estas.
- Desarrollar la Motivación Intrínseca: La meta de usar recompensas no debe ser simplemente inducir comportamientos deseados a corto plazo, sino también fomentar el desarrollo de la motivación intrínseca. Esto significa que, en el largo plazo, los educadores deben apuntar a que los estudiantes encuentren satisfacción y valor en la tarea misma, más allá de las recompensas ofrecidas.
- Estrategias para Fomentar la Motivación Intrínseca:
- Establecer Metas Auténticas: Ayudar a los estudiantes a establecer sus propias metas de aprendizaje que sean significativas y desafiantes puede aumentar su motivación intrínseca. Las metas deben ser lo suficientemente desafiantes como para ser estimulantes, pero alcanzables para evitar la frustración.
- Proporcionar Retroalimentación Constructiva: Más que centrarse en recompensas tangibles, ofrecer retroalimentación específica y constructiva sobre el progreso y el esfuerzo del estudiante puede reforzar su sentido de competencia y autonomía, dos componentes clave de la motivación intrínseca.
- Fomentar la Autonomía: Permitir a los estudiantes cierto grado de elección y control sobre su aprendizaje puede incrementar su interés y compromiso. Esto puede incluir permitirles elegir entre diferentes tareas o proyectos que cumplan con los mismos objetivos de aprendizaje.
- Enfatizar el Valor y la Relevancia de la Tarea: Ayudar a los estudiantes a comprender cómo una actividad de aprendizaje se conecta con sus intereses personales o metas a largo plazo puede aumentar su valor intrínseco y, por lo tanto, su motivación para participar en ella.
Conclusión. Mientras que el refuerzo positivo y las recompensas tienen un lugar en la educación, es crucial que su uso sea considerado y estratégico, con un enfoque en promover la autonomía, la competencia y la relacionabilidad. La meta final debe ser ayudar a los estudiantes a desarrollar una relación sostenible y motivada intrínsecamente con el aprendizaje, donde el deseo de explorar, comprender y crecer provenga de dentro del estudiante, más que de incentivos externos.
Referencias
- Mayer, R. (2010). La enseñanza mediante realimentación productiva. En R. Mayer, Aprendizaje e Instrucción, capítulo 7. Madrid: Alianza Editorial