Mineka y Zinbarg (2006); Mowrery Klein (2001). Mucho de lo que ocurre en Terapia cognitivo conductual está poco relacionado con las recientes aportaciones de la psicología del aprendizaje y la psicología básica en general. |
La práctica de muchos terapeutas conductuales sigue anclada básicamente en nociones del condicionamiento de los años 50 y 60 del siglo XX. De igual manera, la práctica de los terapeutas de conducta de orientación cognitiva no presenta un panorama diferente. Las relaciones entre la psicología cognitiva experimental y la terapia cognitiva son bastante tenues.
Se recogen a continuación las que se consideran principales características de la Terapia Cognitivo Conductual actual:
- La TCC es una actividad terapéutica de carácter psicológico basada, sobre todo en sus inicios, en la psicología del aprendizaje. Actualmente parte de sus intervenciones están fundamentadas en la psicología científica, que pretende ser su punto de referencia.
- Las técnicas y procedimientos utilizados en TCC cuentan en una buena parte con base científica o experimental.
- El objeto del tratamiento es la conducta, y sus procesos subyacentes, en sus distintos niveles (conductual, cognitivo, fisiológico y emocional), considerada como actividad susceptible de medición y evaluación.
- La conducta se conceptualiza como básicamente aprendida.
- El objetivo de la intervención es el cambio conductual, cognitivo y emocional modificando o eliminando la conducta desadaptada y enseñando conductas adaptadas cuando éstas no se producen.
- La TCC pone el énfasis en los determinantes actuales del comportamiento (el presente).
- Se considera característica fundamental la utilización de la metodología experimental, o de forma más precisa, de un enfoque empírico que se aplica a lo largo de todo el proceso.
- Estrecha relación entre evaluación y tratamiento, que se extiende a lo largo de toda la intervención, dándose entre ambas una constante y mutua interdependencia, que hace difícil su distinción como fases diferentes.
- La TCC tiene especial interés en la evaluación de la eficacia de las intervenciones, aspecto que procede del enfoque empírico que tiñe todo lo referente a la evaluación y tratamiento.
- El tratamiento conductual ha sido y es eminentemente activo. Implicando la realización de actividades por parte del interesado en su medio ambiente natural.
- La relación terapéutica tiene en estos momentos un valor explícitamente reconocido, sobre todo en las nuevas terapias contextúales.
Conclusiones y consideraciones finales
Es evidente que los clínicos por estar frente a la realidad cotidiana pueden estar influidos por múltiples factores, o encontrar datos de las fuentes más diversas que avalen su quehacer terapéutico, las mejores credenciales para dicho aval proceden de la psicología experimental (Laborda, 2009; Laborda, Witnauer y Miller, 2011). Sin embargo, también es verdad que esta es una tarea en dos frentes. Tan importante es el hecho de que los clínicos conozcan el trabajo básico y lo incorporen a su quehacer terapéutico, como que los investigadores básicos se centren en temas relevantes para la clínica, y además sean capaces de expresarlo en términos inteligibles (O’Donohue 2009). Por otro lado, puede que uno de los factores responsables de esta situación de distanciamiento entre teoría y práctica ha sido el afán de la TCC de desarrollar tratamientos eficaces, descuidando en este recorrido la tarea de sustentación teórica.
Referencias
- Díaz García, et al. Manual De Técnicas y Terapias Cognitivo Conductuales. Desclée De Brouwer : Universidad Nacional De Educación a Distancia, 2017.
- Apuntes Profesora-Tutora Adela Ortiz Solera.