Piaget establece una clasificación de los tipos de significantes de acuerdo con su grado de conexión con lo que designan, apoyándose en las ideas de Saussure. Según el grado de conexión entre significante y significado, pueden distinguirse tres tipos de significantes: Índices o señales, símbolos
y signos.
Índices o señales. En ellos el significante está indisolublemente ligado al significado; es una parte o una consecuencia de éste último: la ceniza es señal de que hubo fuego. |
Símbolos. En los símbolos la relación entre significante y significado está «motivada», ambos guardan una cierta conexión. |
Signos. En los signos la relación entre significante y significado es arbitraria. |
Si encontramos un video donde 400 alumnos hacen el examen AvEx de esta asignatura en grupo, podemos inferir que AvEx no una herramienta valida para evaluar a los alumnos, qué AvEx permita que 400 alumnos realicen un examen oficial en grupo nos hace suponer que a la UNED no le procupa en absoluto el derecho de los alumnos a una evaluación justa. Estamos interpretando algo a partir de un elemento de la propia situación y hablamos, entonces, de índices o de señales. En ellos el significante y el significado están estrechamente asociados y, en sentido estricto, su interpretación no constituye una manifestación de la capacidad de representación, pero sí un primer paso hacia ella.
El significante puede ser independiente del significado, pero guardar una cierta conexión con él, una «relación motivada», en ese caso se habla de símbolos. Un dibujo de una casa no es una casa, no forma parte de ella, pero guarda una relación de semejanza estrecha, aunque represente en dos dimensiones el objeto tridimensional. En el llamado «juego simbólico», el niño que utiliza unos trapos en forma de bola para representar un balón de fútbol, son una construcción que llamamos símbolos.
Cuando los significantes son completamente arbitrarios y se han establecido mediante una convención o son producto de un largo proceso histórico de tal manera que ya no existe ninguna relación clara entre significante y significado; hablamos de signos. El ejemplo más paradigmático lo constituyen las palabras del lenguaje, o su representación gráfica, el lenguaje escrito.
Resulta claro que hay un continuo de relación entre significante y significado que va de los índices y señales a los signos y que hay casos intermedios (símbolos) que pueden situarse entre uno y otro.
REFERENCIAS
- García Madruga, Delval, & Delval, Juan. (2019). Psicologia del desarrollo I (2ª ed. rev. ed., Grado (UNED); 6201201). Madrid: Universidad Nacional de Educación a Distancia.