Cannabis

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El cannabis, la marihuana o el hachís, entre otros nombres que recibe, se ha convertido en la droga ilegal más consumida. De los 60 cannabinoides que contiene, el más importantes es el delta-9-tetrahidrocannabinol (THC), que es adictivo. El cannabis suele fumarse, muchas veces combinado con tabaco, sobre todo cuando es hachís. De ahí la doble adicción de muchos de los consumidores de hachís, de marihuana y de tabaco. El efecto del cannabis fumado es rápido. Es muy liposoluble. En pocos minutos, de cinco a diez, suele apreciarse la alteración del estado de ánimo y los efectos cardiovasculares (incremento de la tasa cardíaca). Los síntomas positivos más característicos del consumo son sensación de bienestar, relajación, euforia, adormecimiento y elevación de la actividad sexual, aunque los efectos subjetivos varían de modo importante en cada individuo, siendo a veces más importantes que la cantidad de sustancia consumida. A continuación, siguen otros efectos, como letargo, anhedonia y problemas de atención y memoria. También aparece la risa fácil y locuacidad. Aunque no suelen producirse consecuencias graves, bastantes consumidores han experimentado en alguna ocasión lipotimias, reacciones paranoides, arritmias o crisis agudas de ansiedad (similares a un ataque de pánico). Conforme se va haciendo habitual el consumo, van disminuyendo estos problemas. Pero a algunos las consecuencias que les produce son graves. Un 20% reconoce que su consumo les produce sensación de cansancio, ausencia de motivación y les quita las energías. Aproximadamente el 9% de los que experimentan con el cannabis se hacen dependientes. Al dejar de consumir se produce síndrome de abstinencia (p. ej., irritabilidad, dificultades para dormir, craving, etc.). Otros efectos negativos del consumo de cannabis se aprecian en el rendimiento psicomotor y la conducción de vehículos, la conducta alimentaria, sueño, conducta reproductiva, empeoramiento en la cognición y en la concentración, etc. También incide en el sistema cardiovascular, incrementando la presión arterial sentado o acostado y disminuyéndola cuando está de pie, junto al incremento del riesgo cardiovascular. Por ello tienen mayor riesgo de infartos. También incide en el sistema respiratorio (p. ej., tienen más bronquitis, infecciones respiratorias y neumonía). Además, los efectos respiratorios negativos del cannabis y del tabaco son aditivos. Uno de los problemas más graves es que la intoxicación aguda por cannabis puede provocar la aparición de síntomas psicóticos. El consumo prolongado de dosis altas de THC puede conducir a un estado de pasividad e indiferencia (el conocido y discutido síndrome amotivacional). Un problema ampliamente estudiado en los últimos años es la relación entre consumo de cannabis y surgimiento de problemas psicóticos.

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