La Metodología-Q de Fierro es una técnica psicológica que se utiliza para evaluar aspectos del autoconcepto. Esta metodología se basa en los principios de la técnica Q-Sort, pero se enfoca más específicamente en la autoevaluación y la autoestima. La técnica fue desarrollada por el psicólogo español Alfredo Fierro (1982), quien propuso una adaptación del Q-Sort para explorar la estructura del autoconcepto basándose en la teoría de la personalidad de Carl Rogers.
La teoría de Rogers sostiene que el autoconcepto se forma a través de las experiencias de la vida y particularmente por la percepción de las evaluaciones de los demás. El autoconcepto, según Rogers, es un factor crucial en la comprensión del comportamiento humano y puede influir en la forma en que una persona reacciona a las situaciones de la vida.
En la Metodología-Q de Fierro, los participantes suelen recibir un conjunto de afirmaciones que deben ordenar en una estructura que imita la distribución normal. Estas afirmaciones están relacionadas con diferentes aspectos del «yo» o del autoconcepto, como sentimientos, habilidades, creencias y actitudes personales.
El proceso de ordenación de los ítems sigue un patrón que fuerza una distribución de tipo normal, de modo que solo algunos ítems pueden clasificarse como extremadamente característicos o no característicos del individuo, mientras que la mayoría de los ítems deben ser clasificados como moderadamente característicos. Esta estructura forzada de distribución ayuda a los investigadores a discernir cuáles son los aspectos del autoconcepto que un individuo considera más y menos descriptivos de sí mismo.
Los datos recopilados a través de la Metodología-Q de Fierro pueden proporcionar información valiosa sobre la autoimagen de una persona y sobre cómo esta autoimagen puede diferir de las normas grupales o de las percepciones de los demás. Además, puede ser útil para rastrear cambios en el autoconcepto a lo largo del tiempo o después de intervenciones psicoterapéuticas.
Es importante tener en cuenta que la información sobre esta metodología es más escasa y puede no ser tan ampliamente reconocida o utilizada como el Q-Sort tradicional o el California Q-Set. Sin embargo, refleja la utilidad de la técnica Q-Sort para aplicaciones específicas dentro del campo de la psicología de la personalidad y el autoconcepto.
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