Psicología de los Grupos. El modelo biosocial de la dominancia de Mazur propone que se da una evaluación inicial relativa a la fuerza de la persona a través de su apariencia y su conducta verbal y no verbal, y más específicamente a través de pequeñas pruebas o competiciones de dominancia, de cuyo resultado depende la asignación del estatus.
Las claves no verbales como el volumen de voz, los gestos o las conductas asertivas serían indicativas de dominancia. El uso de una conducta agresiva genera estrés en el otro, mientras que el que lo inicia, debe resistir el estrés. El que pierde es el que siente más estrés. La dominancia se puede manifestar a través del ataque o la amenaza manifiesta pero también de forma más sutil a través de la mirada o de la interrupción en la conversación, además también cuentan otros signos que implican alto estatus social
como la ocupación, o la riqueza.