La estructura del lenguaje es temporal. Generalmente se asume que el orden de las cláusulas y oraciones corresponde al orden cronológico de los eventos en el mundo narrativo. En el siguiente ejemplo [a] y [b] darían lugar a modelos de situación diferentes, ya que describen secuencias temporales distintas, a pesar de que no hay ninguna indicación explicita del orden:
El vigilante abrió la puerta, miró alrededor y preguntó si había alguien. [a]
El vigilante preguntó si había alguien, miró alrededor y abrió la puerta. [b]
El principio de iconicidad fuerte asume, además, que los sucesos descritos ocurren de forma continua, sin ningún lapso de tiempo entre ellos. Por ejemplo, en [a], entre la acción de abrir la puerta y la de mirar alrededor, entendemos que sólo transcurre un breve instante. Además del principio de iconicidad, que aplicamos por defecto, el lenguaje dispone de recursos léxicos y gramaticales para expresar diversos matices temporales.
Principio de iconicidad temporal
« Volver al índice del glosario
Es importante destacar que el material publicado en esta página no es completamente original, sino que está compuesto, en gran medida, por resúmenes basados en diversos manuales de estudio, los cuales pueden estar mejor o peor referenciados. Además, algunos de estos resúmenes y contenidos se elaboran con el apoyo de herramientas de Inteligencia Artificial. Nos encantaría mejorar continuamente nuestras publicaciones, y para ello, valoramos mucho tus aportaciones. Si tienes comentarios, sugerencias o correcciones, te invitamos a dejarlos en la sección de comentarios. Tu participación nos ayudará a enriquecer y perfeccionar el contenido, haciéndolo más útil para todos.