D E M O C R A T O P I A

INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DE LA ATENCIÓN Y MARCO CONCEPTUAL

¿QUÉ ES LA ATENCIÓN?

El término «atención» es uno de los que más habitualmente  se emplean en el lenguaje cotidiano:

-Presta  atención  a  lo que  te dice mamá; -Su  atención  en clase es baja y ello repercute en sus notas; -Un fallo  de atención a los indicadores por parte  del operario ocasionó una situación  crítica en la sala de reactores; -Desde que fue  intervenido para  extirpar un tumor cerebral su capacidad  de atención se  ha  reducido…  Es más,  dar por hecho  que las personas  conocen  lo  que  significa  «atender»  parece  haber  sido  algo  habitual desde que, allá por  1890, William James afirmara contundentemente que «todo el mundo sabe lo que es la atención», frase que ha pasado  a los anales de la historia  de la disciplina.

La atención como selección

Entender  la  atención como selección conlleva equiparar al ser humano con una especie de canal  de procesamiento de la información de capacidad limitada. Para evitar el desbordamiento por recibir un exceso de información, el sistema de procesamiento  debe ubicar  una  especie  de filtro que decide  qué información se selecciona (por ser útil) y cuál se rechaza (por ser irrelevante), generando una  especie de «cuello de botella»  o estrangulamiento  en  algún  punto del  continuo  de procesamiento. En definitiva, uno de los primeros ámbitos de la psicología de la atención tiene que ver con la selección de la información relevante y la inhibición de la irrelevante. De forma genérica, a la atención así entendida se le denomina «atención  selectiva».

 

La atención como energía

Otros psicólogos han considerado  que la atención puede  caracterizarse de forma diferente a un  estricto control  selectivo.  En lugar de entender al organismo como un canal de procesamiento  de capacidad  limitada, que se ve  obligado  a aplicar  un  filtro  que  deja  pasar  la  información  relevante  y bloquea  la  irrelevante,  otros  teóricos  han  preferido  entender  la  atención como un conjunto  limitado de recursos  (a modo de energía  limitada) que deben  compartirse  entre  las diversas  tareas  que  se ejecutan. Esta  concepción  de la atención  ha permitido  explicar  la capacidad  que  exhibimos  las personas  para  realizar  varias  actividades  de manera  simultánea,  lo que se consigue   distribuyendo   adecuadamente   nuestros   recursos   atencionales entre cada una de ellas. Téngase en cuenta, no obstante, que si las demandas impuestas por las múltiples tareas son excesivas y superan los recursos o energía de que disponemos, estos deberán asignarse conforme a una política  de distribución.  En  estos casos,  las personas  priorizaremos  una  tarea frente a otra, algo que ocasionará un adecuado desempeño en una de ellas pero un deterioro en la otra.

Atención y automaticidad

Otro contexto de gran relevancia en el estudio de la atención ha sido el de la automaticidad. Si bien es cierto que una tarea o actividad nos resulta problemática de ejecutar cuando somos poco experimentados con ella o la realizamos por primera vez, con la práctica observamos que el desempeño mejora y que, incluso, puede llegar a realizarse de forma casi automática, sin prestarle atención, cuando nos hemos convertido en expertos. Este cambio en los modos de afrontar una determinada tarea o actividad (la generación del comportamiento experto y la pericia) ha dado origen a una disociación clásica en la investigación atencional que distingue entre procesos controlados y procesos automáticos. Se dice que un proceso controlado requiere atención consciente y puede ser interferido por otro proceso o tarea. Por el contrario, un proceso automático no precisa atención, transcurre alejado del plano consciente, y es inmune a la influencia o interferencia ejercida por otros procesos o tareas.

Atención y control de la acción

Finalmente, un último dominio en el que se ha adentrado la investigación atencional ha sido el de la selección de la respuesta apropiada . A esta parcela también se le denomina «control de la acción». Los individuos no sólo seleccionan la información, filtrando la relevante e ignorando la irrelevante, o distribuyen sus limitados recursos atencionales entre tareas, sino que también deben seleccionar y emitir la respuesta adecuada en el momento preciso .

Algunas conclusiones: ¿qué es la atención?

A pesar del optimismo de William James al afirmar que todo el mundo sabe lo que es la atención, la realidad es que, transcurrido más de un siglo después de dicha sentencia, sigue siendo problemático encontrar una definición con la que se encuentren cómodos, si no ya todos los investigadores, sí una parte importante de ellos. A modo tentativo podemos considerar la atención como un mecanismo de control ejecutivo del procesamiento de la información que nos permite realizar de forma adecuada las múltiples tareas a las que nos enfrentamos en nuestra vida cotidiana, priorizando unas actividades y relegando a segundo plano otras. Genéricamente, podemos entenderla como un complejo mecanismo, en el que subyacen diversos sistemas cerebrales, implicados en el control del procesamiento de la información y en la selección de conductas.

TERMINOLOGÍA BÁSICA

A lo largo de este texto van a aparecer una serie de conceptos que serán manejados asiduamente en los diversos temas. Su conocimiento  es  relevante y ello exige que se conozca adecuadamente a qué nos referimos .

Atención selectiva, dividida  y sostenida

La atención selectiva se  refiere  a  aquellas  operaciones  que nos permiten filtrar la información relevante y priorizarla frente a la irrelevante o distractora que debe ignorarse. La atención dividida alude a aquellas operaciones que nos permiten repartir la capacidad o los recursos de procesamiento entre dos o más actividades realizadas de forma más o menos simultánea. Por atención sostenida nos referimos ahora a la capacidad para mantener activa nuestra atención y permanecer alerta durante amplios periodos de tiempo. Las tareas de atención sostenida requieren que los sujetos permanezcan vigilantes durante largos periodos temporales con objeto de detectar un estímulo objetivo o target que aparece infrecuentemente.

Arriba-abajo vs. Abajo-arriba

Hace referencia al locus u origen de los mecanismos que determinan el procesa­ miento y, por lo tanto, el control atencional. Decimos que actúan mecanismos abajo-arriba (bottom-up) cuando los cambios atencionales se ejecutan automáticamente, dirigidos por rasgos o propiedades físicas del estímulo externo. En estas situaciones el procesamiento está bajo el control de los estímulos (stimulus driven). Por el contrario, decimos que actúan mecanismos arriba-abajo (top-down) cuando los cambios atencionales se ejecutan voluntariamente y están bajo control volitivo del sujeto, en función de expectativas cognitivas, requisitos de las tareas y/o metas . En este caso, el procesamiento está dirigido hacia metas (goal-driven).

Detección, identificación, discriminación

Detectar  supone advertir la presencia de un estímulo determinado. Identificar supone dar un paso más allá y conlleva saber qué es el estímulo, es decir, categorizarlo o asignarle un significado. Discriminar  implica  localizar  diferencias  entre  dos  o más estímulos.

Target y distractores

En psicología de la atención, al estímulo relevante que debe ser detectado o identificado se le denomina estímulo objetivo o target y a los que deben ignorarse se les denomina estímulos distractores.

Procesamiento temprano vs. procesamiento tardío

El procesamiento visual temprano (early visual processing) alude a las operaciones que ocurren en los primeros momentos de una presentación visual. Su resultado es una primera representación, esbozo o boceto primario del ambiente en forma de características básicas, tales como formas, bordes, colores, orientaciones, desplazamiento, etc. Grosso modo, este procesamiento depende, fundamentalmente, de la actuación de mecanismos fisiológicos relacionados con el sistema visual y está regido, en su mayor parte, por las características definitorias de la estimulación ambiental. Por otro lado, el procesamiento visual tardío (late visual processing) tiene que ver con la integración y reconocimiento visual de las formas o características obtenidas en la fase anterior. Ahora, las características básicas previas deben organizarse en una unidad o percepto[1] que resulte significativo para la persona. El procesamiento tardío depende, en gran medida, del conocimiento del observador y de su experiencia previa.

Procesamiento serial vs. procesamiento en paralelo: el cuello de botella

Hablamos  de procesamiento  serial  cuando  las múltiples fuentes de información o estímulos se procesan uno tras otro. En su versión estricta se supone que no puede comenzar el procesamiento de un ítem o evento hasta que haya finalizado el procesamiento del precedente. Hablamos de procesamiento en paralelo cuando las diversas fuentes de información, eventos o estímulos se procesan simultáneamente, a la vez.

El cuello de botella alude a un estrangulamiento o estrechamiento durante el procesamiento, debido a que en un momento determinado la información, que está siendo procesada en paralelo, debe pasar a procesarse en serie porque entra en juego nuestra limitada capacidad atencional. En este último caso, sólo es posible ejecutar una operación tras otra.

DESPLAZAMIENTO Y CONTROL DE LA ATENCIÓN

La atención se puede controlar y dirigir en el espacio, bien de una manera relativamente ajena al control voluntario (abajo-arriba) o bien voluntariamente mediante expectativas y metas (arriba-abajo). Esta capacidad de desplazamiento nos permite atender a casi cualquier elemento que nos rodea, aunque, lamentablemente, con ciertos límites.

 

Atención abierta vs. atención encubierta

Mirar y atender son cosas diferentes. Cuando los órganos sensoriales (los ojos en el caso de la visión) se dirigen hacia la fuente de información que es atendida hablaremos de cambios atencionales abiertos (overt attention). Sin embargo, es posible que nuestra atención actúe por su cuenta y se disocie de nuestra mirada (covert attention), de manera que atendamos encubiertamente a algo a lo que no estamos mirando.

Atención endógena vs. atención exógena

La  atención  endógena  se  refiere  a  aquellos desplazamientos voluntarios del foco atencional, guiados internamente bajo control de la persona (arriba-abajo). La atención exógena alude a los cambios atencionales reflejos provocados por la presencia repentina de estímulos externos, por ejemplo, atender al sonido de los cristales rotos a nuestra espalda sería un ejemplo de control atencional exógeno (abajo-arriba).

El control de la atención mediante señales: tareas tipo Posner

Habiendo aclarado que la atención se desplaza endógena o exógenamente, sólo quedaría por analizar la naturaleza de los estímulos que la pueden controlar y son responsables de este desplazamiento. A estos estímulos se les denomina «señales» (cues) pues generalmente señalizan o definen una posición en el espacio, un mensaje en detrimento de otro, u otra serie de dimensiones o propiedades que deben ser atendidas.

El  paradigma de Posner permite explorar cómo una señal que indica la posible ubicación espacial de un target puede afectar a la detección de éste.

Atención dirigida al espacio (space-based) o dirigida al objeto (object-based)

Durante  el  desplazamiento   del  foco  atencional,  ¿qué  se   selecciona? ¿Regiones espaciales u objetos? Los trabajos de señalización que hemos explicado sugieren que la atención se desplaza hacia regiones del espacio (space-based)  y, por lo tanto, la dimensión espacial parece ser una propiedad relevante que controla la atención. Es importante tener en cuenta que el concepto de «objeto» en la aproximación  object-based  es mucho más  amplio que  lo que  consideramos cotidianamente por objeto. No se refiere exclusivamente a una entidad física real (un cuaderno, un automóvil, una lámpara …), sino también a cualquier unidad perceptiva organizada, incluso a aquellas generadas en momentos tempranos del procesamiento.

EXPERIMENTACIÓN EN EL ESTUDIO DE LA ATENCIÓN

Los descubrimientos científicos en psicología de la atención se han obtenido, mayoritariamente, a partir de la aplicación de una rigurosa metodología experimental.  Dos conceptos importantes en los experimentos de laboratorio son el de «intervalo entre estímulos» (ISI, ínter stimulus interval) y el de «asincronía en la presentación del estímulo» (SOA, stimulus onset asynchrony). El ISI alude al tiempo que media entre la finalización de un evento y el inicio del siguiente. Por su parte, la SOA alude al tiempo que transcurre entre el inicio de dos eventos. La asincronía entre la aparición del punto de fijación y la aparición del estímulo .

 
FUENTES:

  • Johnson, A., Proctor, R. W., & Crespo León, A.Atención: Teoría y práctica (trad., adapt. y rev. ed.). Madrid

[1] Término acuñado por el filósofo Gilles Deleuze con el que trata de establecer una diferencia con respeto a las nociones más conocidas de concepto y percepción.

 

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