Tradicionalmente (aunque las cosas están cambiando), para el estudio de la comprensión se ha utilizado más la experimentación, y para la producción, la observación. La observación de las pausas del habla, de las vacilaciones o de los errores que las personas cometen al hablar permite hacer inferencias sobre el funcionamiento del sistema de producción, pero la observación no tiene la fortaleza de la experimentación, principalmente porque no es posible producir el fenómeno que se quiere estudiar; hay que esperar a que ocurra espontáneamente y eso a veces tarda en suceder. En cambio, con la experimentación se puede producir el fenómeno tantas veces como se quiera.
En función del índice de respuesta que se considere hay dos tipos fundamentales de técnicas experimentales en la psicología del lenguaje: conductuales y fisiológicas.
- Conductuales:
- Basadas en el recuerdo. El recuerdo ha sido una variable muy utilizada en psicología del lenguaje, especialmente para el estudio de unidades complejas como la oración o el texto. Este índice se basa en el supuesto de que los procesos de comprensión y memoria están íntimamente relacionados, de manera que los resultados en las pruebas de memoria reflejan el nivel de comprensión. Pero este supuesto tiene algunos problemas importantes y el principal es que no hay una relación tan directa entre lo que se comprende y lo que se recuerda. Por otra parte, cuando los sujetos no recuerdan una información, rellenan las lagunas con sus propios conocimientos, o simplemente mienten.
- Basadas en los tiempos de reacción. Sin duda las más utilizadas para el estudio del procesamiento lingüístico. Se mide el tiempo que transcurre desde que se presenta un estímulo hasta que el individuo emite una respuesta. El estímulo puede ser un fonema, una palabra, una frase o un estímulo no lingüístico, como, por ejemplo, un dibujo. A pesar de que el tiempo de reacción es una medida muy simple y sujeta a muchas variaciones (es inestable, sensible al tipo de receptor, sensible a la práctica, varía enormemente de unas personas a otras, etc.), es el índice más objetivo de que dispone el psicólogo experimental, ya que mantiene una estrecha relación con la complejidad del proceso mental requerido para ejecutar la respuesta: cuanto más tiempo exige la ejecución de una tarea, mayor es el número de operaciones mentales que requiere. Entre las metodologías de tiempos de reacción hay dos grupos distintos de técnicas:
- Las que miden el tiempo total que requiere la realización de determinado proceso. Una de las más conocidas para estudiar el procesamiento de palabras es la de decisión léxica. En la modalidad visual se presentan series de letras ortográficamente legales sobre la pantalla del ordenador, y los participantes tienen que responder, pulsando uno de dos botones, dependiendo de si se trata de una palabra real (p. ej., plato) o no (p. ej., plota). En la modalidad auditiva, el participante escucha series de fonemas y, también a mediante dos botones, tiene que responder si corresponden a una palabra de su idioma. El cronómetro se pone en marcha en el momento en que se presenta la palabra y se detiene en el momento en que el participante pulsa el botón. El intervalo entre esos dos momentos es el tiempo que corresponde a cada palabra. La lógica de esta técnica es que para poder responder si una serie de letras o fonemas corresponden a una palabra, el participante tiene que acceder a su léxico interno para comprobar si existe o no esa palabra. La rapidez con la que responde ante cada palabra indica la accesibilidad de esa palabra.
- Las que miden el curso temporal del proceso (técnicas en curso). La más conocida es la de seguimiento de los movimientos oculares. Entre los varios procedimientos disponibles para realizar este seguimiento, uno de los más simples consiste en emitir un rayo de luz infrarroja sobre la córnea del lector. El ángulo de reflexión del rayo a medida que el ojo cambia de dirección permite saber qué parte del texto está mirando el lector en cada momento, cuánto tiempo está detenido en cada posición y adonde dirige el siguiente movimiento. En función de la dificultad de las oraciones y/o palabras se comprueba que los lectores se detienen más tiempo en ciertas partes del texto o que hacen mayor número de regresiones hacia atrás, a partes del texto que ya habían leído.
- Técnicas fisiológicas. También hay dos tipos:
- Las que recogen los cambios en la actividad electrofisiológica generada por el cerebro (potenciales evocados).
- Las que recogen los cambios de activación cerebral (técnicas de neuroimagen: resonancia magnética funcional, magnetoencefalografía, etc.).
Referencias
- Cuetos Vega, González Álvarez, Vega, and Vega, Manuel De. Psicología Del Lenguaje. 2ª Edición. ed. Madrid: Editorial Médica Panamericana, 2020.