El trabajo de Mayo y LaFrance (1980) se esfuerza por presentar un modelo de psicología social que denominan aplicable para dar a entender que no debería haber separación o distancia entre la experimentación y la aplicación. Proponen un modelo cíclico, como el de Cialdini, pero con algunas aportaciones específicas dignas de tenerse en cuenta.
Según estas autoras, hay tres grandes ejes:
- La construcción del conocimiento. Presente en las aproximaciones de Lewin y de Cialdini.
- La utilización e intervención. Presente en las aproximaciones de Lewin y de Cialdini.
- La calidad de vida. Es algo que tanto en Lewin como en Cialdini estaba implícito. Estas autoras lo convierten en el auténtico motor de la psicología social aplicable.
Estas autoras acuñan un nuevo concepto, el de adaptadores (una serie de actividades que cabría considerar como complementarias de las tres preocupaciones centrales de la psicología social aplicable). Los adaptadores adquieren pleno sentido cuando se reflexiona sobre la forma de conectar entre sí la calidad de vida, la construcción del conocimiento y la utilización e intervención. Esa conexión no se produce de manera automática, sino más bien por una actuación orientada y deliberada del psicólogo social interesado en la aplicación.
La preocupación por la mejora de la calidad de vida estimulará dos actividades, la definición del problema y la elección del método apropiado, actividades que se consideran necesarias para abordar la construcción del conocimiento. Una vez que se ha construido el conocimiento necesario para la utilización e intervención, no es posible ponerla en marcha sin otras dos actividades:
- Análisis del sistema concreto. Proporciona el conocimiento de la realidad local y cotidiana de las personas cuya calidad de vida se pretende mejorar.
- Definición del rol o papel que va a desempeñar el psicólogo social. Apunta a la forma en que el psicólogo social se va a involucrar a la hora de intervenir, como asesor, experto, dinamizador, activista, entre otros.
Aunque el ciclo se cierra precisamente con la utilización e intervención, todavía es posible conectar esta con la mejora de la calidad de vida, para eso necesitamos evaluar e interpretar. De esa forma podemos conocer si hemos conseguido mejorar la calidad de vida.
Estas autoras han puesto en primer plano la idea de la complejidad del mundo de las aplicaciones, han puesto de manifiesto el elevado grado de interdependencia de las operaciones y procedimientos a los cuales es preciso recurrir y la necesidad de atender de una manera primordial a la mejora de la calidad de vida de las personas. Por todo ello, el modelo de Mayo y LaFrance permanece como guía y orientación relevante en este ámbito.
REFERENCIAS
- Arias Orduña, A. (2016). Psicología social aplicada (1a ed., reimp. ed.). Madrid: Editorial Médica Panamericana.