D E M O C R A T O P I A

Proceso de entrenamiento en habilidades sociales

Chen y French (2008). Las diferencias de edad, sexo y cultura han demostrado ser relevantes a la hora de percibir los ambientes sociales y dan cuenta de variaciones en el ajuste de la conducta socialmente competente.

Independientemente de las categorías en las que se puedan agrupar las habilidades sociales, en términos generales las habilidades concretas que suelen entrenarse en los programas, dependiendo del déficit de las personas a las que va dirigido el entrenamiento son:

  • Iniciar y mantener conversaciones
  • Hablar en público
  • Expresión de amor, afecto y agrado
  • Defensa de los propios derechos
  • Petición de favores
  • Rechazar peticiones
  • Hacer cumplidos
  • Aceptar cumplidos
  • Expresión de opiniones personales incluido el desacuerdo.
  • Expresión justificada de molestia, desagrado o enfado.
  • Disculparse o admitir ignorancia
  • Petición de cambios en la conducta del otro.
  • Afrontamiento de las críticas

Al comenzar a aplicar un programa de entrenamiento en habilidades sociales es importante asegurarse de que:

  • El usuario comprende los principios básicos de la conducta socialmente apropiada.
  • Se encuentra preparado para llevar a cabo el programa de entrenamiento.
  • Los intentos del cliente de llevar a cabo la conducta apropiada aunque sean precarios serán reforzados.
  • Se han valorado suficientemente los posibles cambios que se pueden producir en el entorno del cliente al llevar a cabo la nueva conducta aprendida.


Un Entrenamiento en Habilidades Sociales (EHS) efectivo requiere trabajar los siguientes aspectos:

  • Reducción de la ansiedad. Tiene que ver con el hecho de que en situaciones sociales problemáticas que generan un elevado grado de ansiedad es necesario reducirla para que no interfiera en el aprendizaje. Para ello se suele entrenar en relajación o Desensibilización Sistemática si bien en ocasiones llevando a cabo la nueva conducta más adaptativa se va reduciendo la ansiedad.
  • Reestructuración cognitiva. Se refiere a la necesidad que puede haber de modificar creencias, cogniciones y/o actitudes que están presentes a la hora de realizar el entrenamiento y que intervienen de una manera negativa. Se suelen emplear técnicas cognitivas tales como entrenamiento autoinstruccional, cambio de creencias, etc. También hay que señalar que al adquirir la conducta competente socialmente puede darse de forma natural la reestructuración cognitiva necesaria.
  • Entrenamiento en solución de problemas. Se refiere al entrenamiento para percibir correctamente los parámetros de las situaciones relevantes a procesar los valores de esos parámetros para generar respuestas potenciales y seleccionar una respuesta y enviarla de manera que consiga el objetivo deseado en la comunicación interpersonal.
  • Entrenamiento en habilidades propiamente dicho. Se refiere al entrenamiento de las conductas específicas que se enseñan, practican e integran en el repertorio del individuo.

Evaluación y selección de las habilidades sociales

El EHS, al igual que el resto de las intervenciones cognitivo-conductuales, requiere una evaluación rigurosa. Una vez realizada la evaluación se comienza a aplicar el entrenamiento que se desarrolla según las siguientes etapas que no siguen un orden estricto y que pueden entrenarse simultáneamente. La evaluación de las habilidades sociales se suele llevar a cabo mediante varios procedimientos combinados.

Entrevista

Suele constituir el inicio de toda evaluación y en ella se pueden observar las características de la conducta social del sujeto que también podrá identificar sus déficits tanto a nivel molar como molecular. Debido a que la propia situación de la entrevista es una situación de interacción, se puede también observar el comportamiento del paciente en cuanto a elementos tales como el contacto visual, la postura, el volumen de la voz, la fluidez del discurso etc.

Instrumentos de autoinforme

Los cuestionarios de autoinforme son uno de los procedimientos más utilizados para evaluar los déficits en habilidades sociales por la relación coste-efectividad en comparación con otros procedimientos de evaluación. Hoy en día existen numerosos cuestionarios de evaluación de habilidades sociales con buenas propiedades psicométricas.

Estos instrumentos pueden agruparse en tres categorías: Medidas de habilidad social, Medidas de ansiedad social y Medidas de las cogniciones. Algunas de ellas se resumen a continuación:

  • Medidas de habilidad social. Son escalas e inventarios que recogen la frecuencia con que se realiza la conducta social y/o el grado de malestar y la capacidad para enfrentarse a determinadas situaciones, así como el grado de dificultad que tienen para el sujeto.
    • Inventario de Asertividad de Rathus (Rathus Assertiveness Schedule, Rathus, 1973a).
    • Inventario de Aserción (Al, Assertion Inventory, Gambrill y Richey, 1975).
    • Escala Inventario de la Actuación Social (SPSS, Social Performance Survey Schedule, Lowe y Cautela,1978).
    • Escala Multidimensional de Expresión Social. Parte Motora (EMES-M, Caballo 1979).
  • Medidas de ansiedad social. Son instrumentos que miden la ansiedad y/o la evitación de situaciones sociales.
    • Escala de Ansiedad y Evitación Sociales (SAD, Social Avoidance and Distress Scale, Watson y Friend, 1969).
    • Escala de Ansiedad de Interacción y de Ansiedad a Hablar en Público (IAAS, Interaction and Audience Anxiousness Scale, Leary, 1983b).
  • Medidas de las cogniciones. Se trata de pruebas que evalúan el grado de temor a las evaluaciones negativas de los demás y la frecuencia de autoverbalizaciones positivas y negativas.
    • Cuestionario de Temor a la Evaluación negativa (FNE, Fear of Negative Evaluation, Watson y Friend, 1969).
    • Test de Autoverbalizaciones Asertivas (ASST, Assertiveness Self-Statement Test, Schwartz y Gottman, 1976).
Informes de otras personas

Las personas significativas para el paciente (p.ej. pareja, familiares amigos etc.) constituyen una importante fuente de información sobre su comportamiento social inadecuado y las situaciones donde lo muestra. Para recoger esta información es aconsejable formular a las personas relevantes preguntas concretas sobre los aspectos de la conducta observables y delimitados con el fin de recoger información útil y centrada en la conducta o conductas problema.

Auto-observación y registro

La observación del paciente de su propia conducta es uno de los elementos fundamentales para que tome conciencia de su funcionamiento y mantenga la motivación para el cambio. Se debe delimitar la conducta a observar y seleccionar el procedimiento de registro.

Observación

La observación puede llevarse a cabo en dos tipos de situaciones:

  • Observación en situaciones naturales. Tanto preparadas como no preparadas la realizan otras personas, tales como expertos, cuidadores, etc.
  • Observación en situaciones artificiales. Se elaboran situaciones simuladas que reproducen situaciones reales en las que el paciente ha de mostrar sus conductas sociales. En general se utilizan pruebas estructuradas de interacción breve y/o extensa.
    • La prueba estructurada de interacción breve consiste en la representación de papeles y en ella se describe la situación, el colaborador hace un comentario y el sujeto responde.
  • Prueba semiestructurada de interacción extensa o interacciones simuladas parecidas a las que suceden en la vida diaria. Uno de los procedimientos más utilizados es el «como si» que consiste en que el paciente tiene conocimiento de la tarea y se le proporcionan instrucciones para que actúe como si la relación interpersonal fuese cierta. Se trata de un Role-playing grabado en video donde se asignan unos papeles a representar durante un tiempo determinado.

Procedimiento de intervención en el entrenamiento en habilidades sociales

Todos los programas suelen incluir 5 componentes básicos: Justificación e instrucciones del entrenamiento, modelado, ensayo de conducta, feedback y reforzamiento. Adicionalmente, se suelen incluir técnicas dirigidas a la generalización de las habilidades adquiridas a distintos contextos diferentes a los que se ha llevado a cabo el entrenamiento.

Justificación e instrucciones

Una vez que se ha determinado en la evaluación cuáles serán las habilidades específicas a entrenar, se suele comenzar explicando por qué es importante tener habilidades sociales y de comunicación, cuáles son las básicas y por qué funcionan, centrándose posteriormente en cada una de las sesiones a explicar la conveniencia y pertinencia del entrenamiento de las habilidades nuevas seleccionadas, así como las instrucciones sobre cómo llevarlas a cabo. Para ello, además de la discusión con el terapeuta o entrenador de las razones a favor y en contra de la adquisición de la habilidad específica que se va a entrenar, se suelen utilizar lecturas concretas complementarias y manuales sobre el tema. Si el entrenamiento se está llevando a cabo en grupo, la puesta en común de las opiniones de sus miembros es un elemento fundamental.

La justificación y explicación de las nuevas habilidades específicas exige como primer paso que sean definidas de forma clara y precisa, describiendo con ejemplos cada uno de sus componentes y cómo se llevará a cabo el entrenamiento. Se pretende ayudar a los clientes a que centren su atención desde el primer momento y a lo largo de todas las sesiones sobre los comportamientos que son objeto de entrenamiento. Es aconsejable utilizar medios didácticos sencillos como emplear conceptos y explicaciones causales de fácil comprensión, utilizar frases cortas y reiterar los conceptos más destacados.

Modelado

La mayoría de los programas de habilidades sociales incluyen el modelado como un componente fundamental del entrenamiento. El modelado puede realizarse de diferentes maneras no excluyentes y llevarse a cabo tanto por un profesional experto como por personas que no tienen una cualificación especial (p.ej. familia, profesores, compañeros, etc.). El modelado puede realizarse en presencia del modelo (modelado in vivo) o mediante medios audiovisuales (modelado simbólico). El propósito del modelado es demostrar cómo se lleva a cabo la habilidad de forma efectiva y cómo no debe realizarse.

Hay varios aspectos que incrementan la efectividad del modelado de un EHS.

  • Repetición de la ejecución adecuada de la habilidad entrenada, bien al ser varios los modelos que realizan la misma conducta o bien presentando a un único modelo que repite varias veces la misma conducta. La presentación de modelos múltiples llevando a cabo la misma conducta puede llevar al usuario a refutar la creencia de que sólo una persona (el modelo concreto) y no otras personas en general, es capaz de realizar la conducta que le resulta difícil llevar a cabo. La repetición por parte de un único modelo de la conducta, permite al cliente refutar la idea de que la conducta ha sido realizada correctamente por azar.
  • La similitud del modelo y el observador en cuanto a edad, sexo y otras características personales o de estatus, suelen contribuir a que se facilite la imitación y el aprendizaje.
  • La competencia del modelo influye igualmente en el aprendizaje observacional. En general, aunque depende de la habilidad a entrenar, cuando la conducta la realiza el modelo desde el primer momento sin ningún fallo (modelo mastery o perfecto) puede ser menos efectivo que si el modelo comete errores o no la realiza perfectamente y va poco a poco corrigiéndolos (modelo coping o de afrontamiento).
  • Reforzamiento del modelo. Si el modelo es reforzado por la realización de la conducta es más probable que sea imitado.
  • Complejidad de la conducta a modelar. Cuando el entrenamiento en modelado se está llevando a cabo con conductas complejas, es conveniente que se divida la conducta en varios componentes y el modelo los vaya llevando a cabo por separado. Una tarea demasiado compleja dificulta el aprendizaje si su nivel de dificultad es elevado y considera que no podrá alcanzar el nivel de competencia exhibido por el.
Ensayo conductual

El ensayo de conducta podría considerarse el elemento fundamental del EHS ya que permite a los usuarios tomar un papel activo en el proceso de adquisición de habilidades. Cuando las conductas apropiadas han sido claramente modeladas, el usuario ha de llevar a cabo la conducta inicialmente mediante role-playing. El objetivo del ensayo conductual es que el usuario practique las conductas adecuadas en un contexto controlado donde pueda ser observado y recibir feedback y reforzamiento. El ensayo conductual se realiza ¡inicialmente en las sesiones individuales o en grupo mediante role-playing donde el entrenador o los miembros del grupo ensayan la conducta concreta en una situación específica (p.ej. entrenar cómo se pide al gerente (actor) el pago de las horas extras que le debe).

Algunos de los aspectos relevantes que hay que tener presentes cuando se lleva a cabo el role-playing son:

  • Prestar atención y trabajar sobre una conducta concreta en una determinada situación y no varios elementos o problemas a la vez.
  • En las sesiones se debe trabajar la habilidad concreta que se haya decidido, bien al comienzo de la sesión, en la sesión anterior, o que esté programada previamente según la estructura de la intervención, y no ir variando azarosamente. No obstante, esta indicación no debe tomarse rígidamente pues algunos eventos entre-sesiones pueden requerir un cambio de agenda de la sesión.
  • Intentar escoger para los ensayos de conducta una situación reciente o que sea probable que vaya a ocurrir en un futuro cercano.
  • Se debe evitar prolongar el ensayo de la conducta más de uno o tres minutos para no complejizar la evaluación del comportamiento durante el mismo.
  • Las respuestas deberían ser tan cortas como sea posible.
Feedback o retroalimentación
Vila y Fernández-Santaella (2004). El feedback que es más conveniente realizar después de la realización de la conducta es en primer lugar el positivo y posteriormente el corrector, en el que se señalan los aspectos mejorables de la conducta realizada.

Para que el entrenamiento mediante role-playing sea efectivo ha de incluir, además de la práctica de la conducta, la retroalimentación sobre cómo se ha llevado a cabo. Esto puede hacerse por el agente que está llevando a cabo el entrenamiento, los miembros del grupo si es el caso, o también mediante la grabación de la conducta realiza. Se puede dar feedback positivo, negativo, descriptivo, corrector y auto-revelador.

Vila y Fernández-Santaella (2004) señalan algunos aspectos relevantes en su aplicación:

  • Antes del ensayo conductual han de estar claramente las conductas que se van a entrenar y por las que se recibirá, en consecuencia, feedback. No es conveniente entrenar más de tres o cuatro conductas.
  • El feedback ha de ser específico y dirigido a la realización de la conducta o a un aspecto de ella, pero no a la persona.
  • El feedback ha de centrarse inicialmente en los aspectos positivos verbales y no verbales de la actuación.
  • El feedback corrector se lleva a cabo después de resaltar los aspectos positivos y va dirigido a aspectos concretos y específicos verbales y no verbales que se pueden mejorar.
  • Se han de comentar con el cliente los aspectos anteriormente señalados para que pueda expresar su opinión y el grado de acuerdo o desacuerdo con las sugerencias de la persona o personas que le dan el feedback.

Es importante destacar que el feedback es más efectivo cuando la valoración de los aspectos positivos y la información constructiva que mejore posteriores actuaciones se produzca inmediatamente después de realizar la conducta.

Reforzamiento
Segrin (2009). En general, cuando se comienza a realizar ejercicios de competencia o reducción de déficit de habilidades, el terapeuta o entrenador ha de advertir al cliente que llevar a cabo correctamente la conducta deseada no garantiza la aceptación o aprobación de los demás (p.ej. hacer amigos, ser elegido después de llevar correctamente una entrevista de trabajo, etc.), sino que sólo incrementa la probabilidad de éxito en las relaciones sociales.

Casi todos los estudios de manejo de contingencias y habilidades sociales han demostrado la importancia del refuerzo en el incremento de conductas sociales y su mayor arraigo cuanto más se refuercen, al menos en las primeras fases de adquisición. Sin embargo, cuando el objetivo es ya el mantenimiento más a largo plazo de las habilidades aprendidas, el refuerzo intermitente es más apropiado. En general, el reforzador habitualmente utilizado es la felicitación o alabanza verbal, signos de aprobación como el aplauso, la sonrisa, etc.

Otros componentes:

  • Asignación de tareas para casa. La asignación de tareas para casa se realiza cuando se ha alcanzado en el entrenamiento llevado a cabo en las sesiones un nivel mínimo de competencia o habilidad que permita obtener algún éxito en la tarea a realizar. Las tareas que se programan para casa van de menor a mayor dificultad.
  • Estrategias de generalización. La generalización se refiere a la realización de la conducta adquirida en condiciones o situaciones distintas a las que se llevó a cabo el entrenamiento. Lo se que pretende con estas estrategias es que, por una parte se mantengan las habilidades aprendidas una vez finalizado el entrenamiento, y por otra que sus resultados se generalicen a otras situaciones interpersonales, contextos diferentes y ante personas diferentes.
COMPONENTES BÁSICOS TÉCNICAS ESPECÍFICAS
Justificación e instrucciones• Instrucciones verbales
• Lecturas
• Grabaciones
• Entrenamiento auto-instruccional
Modelado• Modelado in vivo
• Modelado simbólico
• Modelado participante
Ensayo Conductual• Ensayo real en la sesión
• Inversión de roles
• Práctica dirigida
• Desensibilización mediante el ensayo de conductas
• Representación de roles de otros personajes.
Feedback o retroalimentación• Feedback verbal
• Feedback medios audiovisuales
Reforzamiento• Refuerzo externo
• Autorrefuerzo
Otros componentes:
Tareas para casa
Estrategias de generalización
• Auto-instrucciones
• Relajación
• Parada del pensamiento
• Técnica se exposición
• Técnicas de solución de problemas
• Reestructuración cognitiva
• Películas
• Lecturas
Componentes básicos del entrenamiento en habilidades sociales

Referencias

  • Díaz García, et al. Manual De Técnicas y Terapias Cognitivo Conductuales. Desclée De Brouwer : Universidad Nacional De Educación a Distancia, 2017.

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