La adecuada estructuración del protocolo o sistema de observación constituye un aspecto crucial en la metodología de observación sistemática. Este enfoque no solo facilita el control y la replicación de las observaciones para realizar comparaciones de resultados, sino que también asegura la consistencia y fiabilidad de los datos recopilados. No obstante, es fundamental reconocer que la sistematización de la observación está intrínsecamente ligada al marco referencial teórico del observador.
Existen diversas corrientes de pensamiento con enfoques particulares en la utilización de protocolos. Por un lado, los partidarios de enfoques menos sistemáticos, como los constructivistas, prefieren protocolos que permitan una descripción continua del comportamiento o que utilicen atributos para describir lo observado. Por otro lado, los evaluadores que adoptan una perspectiva más diferencial o médica tienden a enfocarse más en los resultados del comportamiento. Estos últimos, por tanto, optan por utilizar sistemas estructurados y estandarizados de observación, que se traducen en códigos de categorías de conducta o protocolos tipificados para la recolección de datos (Fernández-Ballesteros, 2011).
Esta bifurcación en los métodos de observación destaca la importancia de seleccionar el protocolo adecuado que se alinee con los objetivos y el marco teórico de la investigación, asegurando así la validez y relevancia de los resultados obtenidos.
Prototipos de registro
Dada la amplia variedad de contextos y situaciones susceptibles de ser observadas, se hace necesario el uso de instrumentos estandarizados para llevar a cabo un registro adecuado de estas observaciones. Aunque estos instrumentos son extremadamente útiles, en muchas ocasiones se requiere el diseño de herramientas personalizadas o ad hoc para poder llevar a cabo una observación sistemática y precisa de una situación o conducta específica que resulte de interés.
Existen numerosos tipos de registros disponibles; sin embargo, se pueden simplificar y agrupar en cuatro grandes categorías o prototipos: narrativo, descriptivo, semi-sistematizado y sistematizado. Dentro de este último grupo, se incluyen registros codificados, listas de rasgos, tipos catálogo y repertorio, entre otros. Además, existen otras herramientas complementarias como matrices de interacción, escalas de apreciación y autorregistros.
El registro narrativo se basa en la descripción detallada y secuencial de los eventos, mientras que el descriptivo se centra en detallar las características específicas de la situación o comportamiento observado. El registro semi-sistematizado combina elementos de los dos anteriores, permitiendo una descripción detallada pero dentro de un marco más estructurado. Finalmente, el registro sistematizado se caracteriza por su alta estructuración, utilizando categorías y códigos predefinidos para clasificar y registrar las observaciones de manera estandarizada.
La elección del tipo de registro dependerá de los objetivos específicos de la observación, así como del nivel de detalle y precisión requerido. Al combinar adecuadamente estos diferentes tipos de registros, es posible obtener una visión completa y fiable de la situación o comportamiento en estudio.
Registro narrativo
Este método se aplica en la fase de observación pasiva o preliminar, que precede a la etapa científica propiamente dicha. Su propósito principal es definir con precisión el objetivo de estudio, minimizar los posibles sesgos, facilitar la capacitación de los observadores y acumular una base de datos preliminar acerca de la situación a estudiar. Esta información inicial es crucial para tomar decisiones informadas en etapas posteriores del proceso de investigación.
En términos formales, este método se presenta en formato textual. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el nivel de precisión y detalle de la información recopilada mediante este método es relativamente bajo. Su valor radica en proporcionar una visión general y contextual de la situación, lo que es esencial para la planificación y ejecución exitosa de fases subsiguientes de la investigación.
Registro descriptivo
El registro descriptivo, con su formato textual, suele ser la primera técnica implementada en la fase activa de un estudio. Este método se distingue por el uso riguroso de terminología —ya que el objetivo de estudio ha sido claramente definido y el investigador está bien documentado—, la precisión en determinar qué conductas deben ser registradas y cuáles no, así como su naturaleza secuencial, abarcando desde el inicio hasta el final de la sesión.
Este tipo de registro debe ser extremadamente flexible para facilitar la documentación fiel de la situación observada. Puede compararse con la descripción detallada de una situación en una novela, con la diferencia clave de que se realiza en un contexto real, «in situ», registrando la actividad de uno o varios participantes en interacción. Generalmente, un registro descriptivo solo incluirá datos específicos como la fecha, lugar, personas presentes, conductas observadas y otras circunstancias que podrían ser relevantes. Al ser un formato textual, no hay una estructura predefinida para la recopilación de datos, y el observador se limita a registrar oralmente (mediante grabación digital) o a tomar notas escritas de los eventos que se suceden.
A pesar de las similitudes en el formato textual entre los registros narrativos y descriptivos, hay una diferencia significativa en la calidad informativa: mientras el registro narrativo tiene una calidad informativa muy baja, el registro descriptivo aporta información relevante y útil.
El registro descriptivo puede irse sistematizando progresivamente hacia el prototipo de registro sistematizado, cambiando su formato pero manteniendo su calidad informativa. Un ejemplo práctico de un registro descriptivo podría ser la documentación de un caso de acoso escolar (bullying) por parte de un niño de 7 años hacia sus compañeros, el cual servirá como paso previo para diseñar un sistema de categorías que evalúe dicha conducta.
Ejemplo de registro descriptivo |
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➖Situación nº: 1 ➖Hora de comienzo: 10.30 h. ➖Hora finalización: 10.35 h. |
Abel se acerca a su compañero de clase Pablo, se pone delante de él «cara a cara» y le da dos pequeños golpes con su frente a la frente de Pablo. Le grita «quieres que te meta, ¡eh¡, te lo estás buscando, eres un mierda, ¿te enteras?, te voy a meter». Pablo lo aparta sin agresividad con sus manos e intenta marcharse, diciendo: «¡déjame en paz, vale!, yo no te he hecho nada». Abel se vuelve a poner delante del compañero y mordiéndose la lengua y con cara y gestos muy agresivos hace aspavientos en posición de boxeador y /e grita: «¡venga, vamos, gilipollas, que eres un gilipollas, neg, que eres un neg» …. (Sic). Pablo sale corriendo y Abel no le persigue, se queda en el pasillo [… ] |
Cone y Foster (1982) señalan que esta técnica de observación puede presentar dos fuentes importantes de error que afectan su fiabilidad: las descripciones verbales variadas para una misma conducta y la asignación de diferentes significados a los mismos eventos. Estos errores pueden mitigarse mediante un entrenamiento previo de los observadores en el uso de un lenguaje descriptivo común.
A pesar de estos desafíos, los registros descriptivos son valiosos como paso preliminar hacia la creación de códigos estructurados de catálogos de conducta o sistemas de categorías, demostrando su utilidad en el proceso de sistematización y en la mejora de la calidad informativa del estudio.
Registro semi-sistematizado
Los registros semi-sistematizados representan un punto intermedio en el continuo de sistematización de la observación, y suelen presentar distintos niveles de estructuración. Comúnmente, se encuentran dos variantes principales de este tipo de registro:
a) Tipo Textual con Segmentación: En esta modalidad, el registro mantiene un formato narrativo o descriptivo, pero se introduce una segmentación en unidades de observación, lo cual puede aplicarse tanto a situaciones de observación directa como indirecta. Esto permite organizar la información recopilada de una manera más estructurada, facilitando su posterior análisis.
b) Tabla de Respuestas o Criterios: Este tipo de registro adopta una forma tabular, en la que las columnas representan los niveles de respuesta, criterios o dimensiones a evaluar, y las filas contienen las unidades de conducta o segmentos textuales observados. Este formato tabular permite una visualización clara de la relación entre diferentes aspectos de la observación y las unidades de conducta, lo cual es un paso crucial hacia una mayor sistematización.
En el primer caso, la segmentación permite pasar de párrafos a frases, facilitando el análisis y la interpretación de los datos. En el segundo, la transformación va de frases a términos, avanzando en el proceso de sistematización y organización de la información.
Ambos tipos de registro semi-sistematizado son pasos intermedios cruciales en el camino hacia el registro completamente sistematizado, en el cual la información se estructura de forma aún más rigurosa y se facilita el análisis cuantitativo y cualitativo de los datos. Estos registros semi-sistematizados son herramientas valiosas para organizar la información recopilada, asegurando que se capturen de manera eficiente y estructurada los aspectos clave de la situación o conducta observada.
Registro sistematizado
El registro sistematizado es una forma avanzada de registro de observación que busca sistematizar y estructurar la información recopilada durante la observación. Hay dos subtipos principales de registros sistematizados: el registro codificado y la lista de rasgos.
1. Registro Codificado:
Completa el proceso de sistematización iniciado con los registros semi-sistematizados mediante dos pasos esenciales:
a) Preparación de un Listado de Conductas y su Correspondiente Código (Manual de Codificación): Se prepara un listado detallado de conductas posibles para cada dimensión observada, asignándoles un código específico.
b) Registro en Formato de Matriz de Códigos: Utilizando los códigos definidos en el manual de codificación, se reemplazan los términos descriptivos por códigos en una matriz, completando así el ciclo de sistematización del registro.
Validación del Proceso de Codificación: Es crucial validar el proceso de codificación para asegurarse de que la información no se haya distorsionado y para identificar posibles adiciones o pérdidas de información. Para esto, se decodifica la matriz de códigos para reconstruir el registro descriptivo, comparándolo con el original.
2. Lista de Rasgos:
Se trata de listados de diferentes conductas que pertenecen a una misma dimensión y son mutuamente excluyentes. Pueden incluir información sobre los antecedentes y consecuentes de las conductas observadas. Hay dos tipos principales: a) Catálogos: Listas abiertas en permanente estado de construcción, utilizadas para crear formatos de campo. b) Repertorios: Listas que, tras pasar una «prueba de cautela» (no aparición de nuevas conductas en un mínimo de tres sesiones consecutivas), se consideran exhaustivas y sirven para crear sistemas de categorías.
En resumen, los registros sistematizados representan un enfoque estructurado y detallado para la recopilación de datos observacionales, facilitando el análisis y la interpretación de la información recopilada. Su aplicación requiere una preparación previa significativa, incluida la creación de manuales de codificación y listas de conductas, pero ofrece como recompensa una mayor precisión y confiabilidad en los datos recopilados.
Matrices de interacción
Las matrices de interacción son herramientas útiles para analizar las relaciones funcionales entre las conductas de diferentes individuos o grupos, especialmente en contextos donde se quiere examinar cómo una conducta específica interactúa con el ambiente en el que se produce.
Ejemplo de Matriz de Interacción para Evaluar la Conducta de Compartir en Niños
Contexto: Se observa a parejas de niños de edades entre 5 y 7 años durante la hora del almuerzo en el colegio. A cada pareja se le proporciona una bolsa con el almuerzo preparado por sus padres. A un niño se le da una bolsa con un sándwich (puede estar dividido o entero), y al otro niño se le da una bolsa sin sándwich. Se les instruye esperar a estar solos y contar hasta 10 antes de abrir las bolsas y comenzar a almorzar.
Objetivo: Evaluar la conducta de compartir, específicamente, si los niños están dispuestos a compartir su sándwich con el compañero que no tiene.
Hipótesis: La conducta altruista de compartir un sándwich se presenta en un alto porcentaje en los niños de las edades estudiadas.
Estructura de la Matriz de Interacción:
Niño con Sándwich | Niño sin Sándwich | Acción | Respuesta del Niño sin Sándwich | Notas |
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Niño A (5 años) | Niño B (5 años) | Comparte | Acepta felizmente | Ambos niños parecen contentos |
Niño C (6 años) | Niño D (6 años) | No comparte | Parece triste | Niño C come solo |
Niño E (7 años) | Niño F (7 años) | Comparte | Acepta, pero parece indeciso | Niño F duda antes de aceptar |
Niño G (5 años) | Niño H (6 años) | Comparte | Rechaza | Niño H podría tener alergias |
… | … | … | … | … |
Análisis:
- Tendencias Generales: Identificar patrones o tendencias en la conducta de compartir en función de la edad de los niños.
- Respuestas: Analizar las respuestas de los niños sin sándwich y cómo reaccionan ante la acción del otro niño.
- Condiciones Específicas: Tomar nota de condiciones específicas o excepciones, como posibles alergias o indecisiones.
Con esta información, los investigadores pueden comenzar a entender mejor la dinámica de la conducta de compartir en este grupo de edad específico y trabajar para confirmar o refutar la hipótesis planteada.
Escalas de apreciación
Las escalas de apreciación se erigen como herramientas esenciales en situaciones donde las conductas observadas presentan un atributo de intensidad, lo que requiere el uso de una escala ordinal. El reto principal radica en lograr dividir el rango de intensidad en segmentos de amplitud equiparable.
Este tipo de instrumento resulta particularmente útil cuando se enfrentan desafíos al intentar evaluar un atributo o dimensión que presenta complicaciones en su valoración objetiva. En este sentido, es necesario emprender el proceso de cuantificación de listas de conductas, procurando asignarles un valor dentro de una escala de puntuación o apreciación. De manera más específica, las escalas de apreciación buscan posibilitar que una persona sea capaz de valorar o cuantificar el nivel (sea este de grado, intensidad, entre otros) de actividades, comportamientos o rasgos personales previamente definidos con claridad.
Un ejemplo concreto de esto se puede observar en la Tabla 7.3, la cual exhibe ítems pertenecientes a la versión abreviada de la escala de apreciación SNAP-IV de Swanson, Nolan y Pelham (2014), diseñada para evaluar el Déficit de Atención en niños. En este caso, los padres del menor tienen la responsabilidad de cumplimentar la escala, asignando una puntuación de 0 a 3 (donde 0= No, en absoluto; 1 = Sólo un poco; 2= Bastante; 3= Mucho) para indicar en qué medida consideran que las conductas listadas se corresponden con las de su hijo/a.
Autorregistros
Como se ha indicado anteriormente, la autoobservación tiene lugar cuando la persona que observa y la persona observada son la misma. Esto permite no solo registrar conductas manifiestas, sino también sucesos internos y aspectos subjetivos del comportamiento, tales como pensamientos y sentimientos.
Los autorregistros son una herramienta ampliamente utilizada en la práctica clínica, especialmente desde perspectivas conductistas y cognitivo-conductuales. Proporcionan acceso a una gran cantidad de información que sería inaccesible a través de la mera observación externa. Por ejemplo, en terapias para dejar de fumar, se pide al paciente que realice un autorregistro diario de su conducta relacionada con el tabaco, anotando aspectos como la cantidad de cigarrillos consumidos, el nivel de ansiedad o deseo previo a fumar, el momento y lugar del día en que fuma, el grado de satisfacción que le proporciona fumar y su nivel de bienestar o malestar tras hacerlo.
Además, la autoobservación no solo permite el registro sistemático de la conducta específica en estudio, sino también de los antecedentes situacionales en los que se produce y las consecuencias asociadas a ella.
Un ejemplo de autorregistro se puede ver en la Tabla 7.4, que muestra un seguimiento de la eficiencia del sueño a lo largo de una semana. En ella se registran parámetros como las horas pasadas en la cama, las horas totales de sueño, el número de veces que la persona se despierta y la sensación de descanso tras dormir.
En este caso, es el propio participante quien, siguiendo las indicaciones del evaluador, debe anotar diariamente y durante un período determinado (generalmente una semana), toda la información requerida para obtener una medida fiable de diferentes parámetros del sueño. Esto resulta fundamental para evaluar las disomnias (trastornos relacionados con la cantidad y/o el horario del sueño). A través de este proceso, se obtiene como medida fundamental el porcentaje de eficiencia del sueño, el cual tiende a disminuir con la edad, según Íñiguez (2002). Otro ejemplo de autorregistro se puede encontrar en el capítulo titulado «El Proceso de Evaluación Psicológica. Un método científico».
Instrumentos de observación
Existiendo una fuerte interrelación metodológica entre los prototipos de registro, en especial el registro descriptivo, y los instrumentos de observación, se genera una dinámica circular en la que ambos se retroalimentan y fortalecen mutuamente.
Por un lado, hemos observado cómo el registro descriptivo puede ir evolucionando y perfeccionándose hasta llegar a un nivel de sistematización avanzado, logrando conformar una lista detallada de rasgos o características a observar. Esta lista de rasgos, a su vez, facilita la creación de los tipos básicos de instrumentos de observación, tales como los sistemas de categorías y los formatos de campo, como señalan Anguera, Magnusson y Jonsson en su trabajo del año 2007.
Posteriormente, utilizando estos instrumentos meticulosamente desarrollados, procedemos a realizar el registro de datos, los cuales constituirán la base empírica de nuestro estudio. De esta manera, el proceso se convierte en un ciclo continuo y robusto de observación, registro y análisis, donde cada componente contribuye al refinamiento y la precisión del otro, asegurando así la calidad y la relevancia de los resultados obtenidos.
Sistema de categorías
El sistema de categorías es una herramienta fundamental en el ámbito de la observación conductual, pero es esencial no confundirla con la conducta per se. Mientras que describimos las conductas de manera detallada y precisa, la categoría emerge de un proceso extenso y reflexivo de interacción y diálogo entre las conductas observadas en un repertorio y los conceptos derivados de un marco teórico. Así, el sistema de categorías es siempre una construcción del observador.
Este instrumento de observación es uno de los más antiguos y tiene características definitorias claramente establecidas, las cuales se pueden consultar en la Tabla 7.5, elaborada por Anguera, Blanco-Villaseñor, Losada y Portell en 2018. Aunque cuenta con fortalezas significativas, como su consistencia derivada de la obligatoriedad de un marco teórico, también presenta debilidades. Entre ellas, su incapacidad para funcionar eficientemente en procesos evolutivos o de desarrollo, dado que las conductas pueden cambiar mientras el instrumento permanece estático. Además, su naturaleza unidimensional limita su aplicación a estudios de complejidad reducida.
Para que el sistema de categorías sea efectivo, es imprescindible cumplir con los requisitos de exhaustividad (todas las conductas observadas deben poder asignarse a una categoría) y de mutua exclusividad (las categorías no pueden solaparse). Estos requisitos se conocen colectivamente como E/ME.
Una vez asegurado el cumplimiento de estos requisitos, se debe decidir el nombre definitivo de las categorías, asignarles un código, usar su notación adecuadamente, definir cada categoría con precisión y proporcionar ejemplos que ilustren qué conductas se incluyen y cuáles se excluyen de cada categoría.
Las ventajas de este instrumento de observación, según Haynes (1979), incluyen:
- La capacidad para observar un amplio rango de actividades.
- La provisión de información sobre conductas e interacciones complejas.
- La posibilidad de comparar sujetos e investigaciones.
- La simplificación del proceso de observación.
- La aplicabilidad del entrenamiento en el código a múltiples casos.
- Ser el procedimiento estándar con mayores garantías científicas.
Cada categoría consta de dos componentes: el núcleo categorial, que se refiere a la esencia de la categoría, y su nivel de apertura o plasticidad, que incluye diversas conductas que, aunque diferentes entre sí, comparten el mismo núcleo categorial.
Un ejemplo claro podría ser las distintas maneras de manifestar la risa (sonrisas, risas abiertas, carcajadas, etc.), todas ellas asignables a la categoría «reír». En la Tabla se presenta un ejemplo de varios sistemas de categorías, los cuales conforman el Sistema de Codificación de la Interacción Temprana Materno Infantil (CITMI-R), desarrollado por Trenado, Pons-Salvador y Cerezo en 2014.
Categorías conductuales del Sistema de Codificación de la Interacción Temprana Materno Infantil, CITMI-R |
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👶🏻CONDUCTA INFANTIL: CONDUCTAS INTERACTIVAS O DE APROXIMACIÓN |
➖Conducta de aproximación positiva (A+). El niño/a se dirige al adulto mostrándole que está contento. ➖Conducta de aproximación neutra (Aº). El niño/a se dirige al adulto revelando poco o ningún contenido afectivo. ➖Conducta de aproximación negativa (A-). El niño se dirige al adulto protestando, rechazando los juguetes y/o mostrando enfado. |
👶🏻CONDUCTA INFANTIL: CONDUCTA NO INTERACTIVA |
➖Juego (J). Exploración y juego. ➖Quejas, llanto (L). Llanto o protesta manifestando malestar. ➖Conducta pasiva/apática (Pa). Muestra expresión facial desatenta y aburrida, sin mostrar interés por los adultos ni por los juguetes. |
🙎🏻♀️CONDUCTA MATERNA: CONDUCTA MATERNA/PATERNA SENSIBLE |
➖Conducta materna sensible afectuosa (S+). Aproximación a su bebé mostrando satisfacción y alegría y respetando su espacio y ritmo. ➖Conducta materna sensible neutra (Sº). Atención a todas las actividades que realiza su hijo sin contenido afectivo. |
🙎🏻♀️CONDUCTA MATERNA: CONDUCTA MATERNA INTRUSIVA |
➖Conducta materna intrusiva afectuosa (T+). Interrupción del espacio y/o el ritmo del niño con una expresión facial y vocal positiva. ➖Conducta materna intrusiva neutra (Tº). Interrupción del espacio y/o el ritmo del niño sin relevar contenido afectivo. ➖Conducta materna intrusiva hostil (T-). Interrupción del espacio y/ el ritmo del niño con tono negativo y expresión facial de enfado o disgusto. |
🙎🏻♀️CONDUCTA MATERNA: CONDUCTA MATERNA/PATERNA PROTECTORA |
➖Conducta materna protectora afectuosa (P+). Interrupción con el objetivo de asegurar el bienestar del bebé y de forma cariñosa y positiva. ➖Conducta materna protectora afectuosa (Pº). Interrupción con el objetivo de asegurar el bienestar del bebé y de forma cariñosa y positiva. ➖Conducta materna protectora hostil (P-). Interrupción con el objetivo de asegurar el bienestar del bebé, de forma negativa y/o mostrando enfado. |
🙎🏻♀️CONDUCTA MATERNA: CONDUCTA NO INTERACTIVA |
➖Indiferencia (F). No interacción con el niño/a. |
Formato de campo
El formato de campo es una herramienta de observación muy versátil y adaptable, desarrollada hace aproximadamente 25 años. Para su elaboración, se necesita una lista detallada de rasgos para cada una de las dimensiones o subdimensiones consideradas en el estudio. Sus características se encuentran detalladas en la Tabla 7.5 mencionada anteriormente.
- Puntos Fuertes.
- Adaptabilidad a Procesos de Cambio: El formato de campo es particularmente adecuado para adaptarse a cualquier variación que pueda ocurrir a nivel intraparticipante o de una situación a otra.
- Multidimensionalidad: Esta característica hace que el formato de campo sea especialmente útil para el estudio de situaciones complejas.
- Punto Débil.
- Falta de Consistencia sin Marco Teórico: Si no se cuenta con un marco teórico sólido, el formato de campo puede carecer de la consistencia necesaria para un análisis riguroso.
El rango de posibilidades que ofrece el formato de campo es extraordinariamente amplio, adaptándose continuamente a las variaciones que puedan surgir. Mediante un sistema de codificación decimal recomendado, cualquier conducta puede dar lugar a un despliegue jerárquico que se va desglosando progresivamente. Sin embargo, también permite trabajar con los datos sin necesidad de desplegar toda la jerarquía.
Ejemplo Práctico: MICA (Mapa de Interacción Conducta-Ambiente)
El MICA es un procedimiento de observación que forma parte del sistema de evaluación de residencias para personas mayores (SERA). Este instrumento facilita la obtención de información interactiva en dichos entornos.
Para su implementación, es necesario:
- Selección Previa de Comportamientos: Determinar cuáles serán los comportamientos de los residentes que se estudiarán, como la interacción, actividad individual y no actividad.
- Delimitación de Zonas: Establecer las áreas específicas dentro de la residencia donde se registrarán estas interacciones.
- Diseño del Protocolo: Utilizar protocolos de registro y hojas de resultados adecuadas.
- Procedimiento: Decidir el procedimiento a seguir, incluyendo el muestreo de lugares y tiempos, el entrenamiento de los observadores y el control de variables contaminadoras potenciales.
La implementación cuidadosa de estas etapas permite que el formato de campo sea una herramienta eficaz y flexible para la observación y análisis de comportamientos en entornos complejos y dinámicos.
Combinación de formato de campo y sistemas de categorías
La combinación de formato de campo y sistemas de categorías representa una estrategia innovadora en investigación, buscando aprovechar lo mejor de ambos mundos para obtener resultados más ricos y detallados.
- Principios Básicos
- Integración de Fortalezas: Este instrumento busca integrar las fortalezas del sistema de categorías, conocido por su consistencia teórica, y del formato de campo, reconocido por su adaptabilidad y capacidad para manejar situaciones complejas y cambiantes.
- Compensación de Debilidades: Al mismo tiempo, busca compensar las debilidades de cada enfoque, como la rigidez del sistema de categorías y la posible falta de consistencia del formato de campo en ausencia de un marco teórico.
- Desarrollo y Aplicación
- Especificación de Dimensiones: El primer paso implica la definición clara de las dimensiones que se van a observar.
- Valoración de Posibilidades: Para cada dimensión, se evalúa si es posible y pertinente construir un sistema de categorías. Esto requiere:
- Existencia de Marco Teórico: Un marco teórico sólido que respalde la categorización.
- Atemporalidad: Las categorías deben ser aplicables de manera constante a lo largo del tiempo.
- Asignación de Rasgos: Si no es posible o pertinente construir un sistema de categorías para una dimensión específica, se le asigna una lista de rasgos tipo catálogo.
En años recientes, es el instrumento de observación más ampliamente utilizado, y se ha utilizado ampliamente tanto en observación directa como indirecta, demostrando su versatilidad y aplicabilidad en diversos campos y contextos de investigación. La capacidad de este instrumento para adaptarse a diferentes necesidades y contextos, así como su habilidad para proporcionar una visión detallada y rica de los fenómenos observados, lo convierte en una opción valiosa para investigadores en diversos campos.
Ejemplos de Uso
- Observación Directa: Castañer, Camerino, Anguera y Jonsson (2013) son citados como ejemplos de investigadores que han aplicado este enfoque en observación directa.
- Observación Indirecta: García-Fariña, Jiménez-Jiménez y Anguera (2018) han utilizado esta metodología en contextos de observación indirecta.
Nuevas tecnologías y software para observar
El desarrollo tecnológico ha traído consigo una revolución en diversos campos, incluido el de la psicología y la evaluación del comportamiento. Estas nuevas tecnologías han permitido a los profesionales adaptarse y mejorar sus métodos de observación y evaluación, proporcionando herramientas más precisas, eficientes y versátiles.
- Adaptación a Nuevas Tecnologías
- Conexión a la Red: Las aplicaciones en línea y el acceso constante a internet han permitido la creación de nuevas formas de evaluación y observación psicológica.
- Robótica y AI: La introducción de robots y sistemas basados en inteligencia artificial han habilitado métodos de observación más sofisticados y precisos.
- Aplicabilidad: Estas tecnologías se han adaptado a una variedad de contextos y poblaciones, desde la investigación y la clínica hasta la educación y la conducta empresarial, y para diferentes grupos de edad.
- Herramientas Tecnológicas para la Observación
- Smartphones: Los nuevos modelos de smartphones vienen equipados con una variedad de aplicaciones útiles para la autoobservación.
- Drones y Videocámaras 3D/360°: Estas herramientas permiten una observación más detallada y desde diferentes perspectivas.
- Automatización: La tecnología ha permitido la automatización de la recopilación y el análisis de datos, reduciendo errores y aumentando la eficiencia.
- Consideraciones Éticas. La integración de nuevas tecnologías en la evaluación psicológica brinda oportunidades sin precedentes para la recopilación y análisis de datos. Sin embargo, es fundamental que los profesionales se adhieran a principios éticos sólidos para proteger la integridad de su trabajo y salvaguardar los derechos y el bienestar de los participantes. Esto incluye garantizar la privacidad, mantener la confidencialidad, asegurar la precisión, promover la accesibilidad y la equidad, y operar con un alto grado de transparencia y responsabilidad. A continuación, se desarrollan algunos de los aspectos más relevantes en este ámbito:
- Privacidad y Confidencialidad:
- Protección de Datos: Con el uso de tecnologías avanzadas, es posible recopilar una gran cantidad de datos personales y sensibles. Es imperativo garantizar que estos datos estén seguros y protegidos contra accesos no autorizados.
- Consentimiento Informado: Antes de utilizar tecnologías para la observación, los participantes deben ser plenamente informados sobre qué datos se recopilarán, cómo se utilizarán y cómo se protegerán. Deben dar su consentimiento explícito para participar.
- Precisión y Validez:
- Calibración y Verificación: Es crucial asegurarse de que las herramientas tecnológicas estén correctamente calibradas y verificadas para proporcionar resultados precisos y válidos.
- Interpretación Responsable: Los profesionales deben ser cautelosos al interpretar los datos recopilados a través de tecnologías, asegurándose de que sus conclusiones sean fundamentadas y fiables.
- Accesibilidad y Equidad:
- Igualdad de Acceso: Las tecnologías utilizadas en la observación y evaluación deben ser accesibles para personas de diferentes edades, habilidades y contextos socioeconómicos.
- Consideraciones Culturales: Debe prestarse atención a las diferencias culturales y lingüísticas para asegurar que las herramientas y métodos sean equitativos y justos para todos los participantes.
- Transparencia y Responsabilidad:
- Claridad en el Propósito: Los participantes tienen el derecho de saber exactamente para qué se están utilizando sus datos y cómo se beneficiarán de su participación.
- Rendición de Cuentas: Los profesionales deben ser responsables de las herramientas y métodos que utilizan, estando dispuestos a responder preguntas y abordar cualquier inquietud que puedan tener los participantes.
- Seguridad de los Datos:
- Protección Contra Violaciones: Deben implementarse medidas robustas para proteger los datos contra violaciones y ataques cibernéticos.
- Almacenamiento Seguro: Los datos recopilados deben almacenarse de manera segura, y cualquier información identificable debe ser anonimizada cuando sea posible.
- Privacidad y Confidencialidad:
- Herramientas y Programas Informáticos. Existen diversos programas informáticos que ya tienen un recorrido consolidado en la aplicación de la metodología observacional, tanto en observación directa como indirecta. Estos programas facilitan el registro y análisis de datos, contribuyendo a la rigurosidad y precisión en los procesos de evaluación.
La integración de nuevas tecnologías en la evaluación psicológica y en los métodos de observación de conductas es un paso crucial para mantenerse al día con los avances tecnológicos y sociales. Estas herramientas no solo ofrecen mayor eficiencia y precisión, sino que también abren nuevas posibilidades para la observación y evaluación en diversos contextos y poblaciones. Sin embargo, es fundamental abordar las cuestiones éticas relacionadas para asegurar la protección y el respeto por los derechos de los individuos observados.
Referencias
- Moreno Rosset and Ramírez Uclés (2019) Evaluación psicológica : proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos. Madrid: Sanz y Torres.