D E M O C R A T O P I A

Técnica de rejilla

La Técnica de Rejilla (TR) emerge en el contexto de la Teoría de los Constructos Personales (TCP) de Kelly (1955), una teoría constructivista significativa en psicología clínica y de la personalidad (Botella y Feixas, 1998). El constructivismo, una postura epistemológica multidisciplinaria, reconoce que la realidad no puede ser captada de manera objetiva. Esta perspectiva es compartida por expertos de diversas disciplinas, incluyendo físicos cuánticos, biólogos, filósofos de la ciencia y psicólogos como Jean Piaget y George Kelly. Según el constructivismo, la realidad es una construcción activa de las personas, interpretada a través de nuestro sistema nervioso, contexto cultural y familiar, y esquemas cognitivos.

La TCP, originada desde la observación clínica y con escasa influencia de otros enfoques, propone que todos los seres humanos, de cualquier edad, sexo y cultura, construyen modelos de la realidad basados en sus experiencias. Estos modelos, aunque parcialmente explícitos, sirven como marcos interpretativos para entender y reaccionar a la realidad. De manera crucial, la TCP enfoca cómo cada persona desarrolla su «self» o yo, una estructura central en su teoría personal que interpreta la realidad. Este «self» se construye y se define a través de experiencias, y se mantiene y modifica a lo largo del tiempo.

Los constructos personales son esenciales en este proceso. Cada constructo refleja diferencias percibidas en la experiencia, como en el ejemplo de Juan, quien se ve a sí mismo como «protector» en contraste con su padre, a quien percibe como «no cuidador». Estos constructos ayudan a las personas a dar sentido a su mundo interpersonal y a anticipar comportamientos futuros. Son dicotómicos y forman una red jerárquica, donde los constructos nucleares incluyen las creencias más íntimas y fundamentales para el «self». Estos constructos nucleares son resistentes al cambio y fundamentales para mantener la identidad personal y la coherencia interna.

Por otro lado, los constructos más periféricos, que son menos centrales para el «self», pueden cambiar más fácilmente cuando la experiencia los invalida. Esto explica la dinámica de cambio y resistencia en diferentes aspectos de la personalidad y la identidad. Los cambios en los constructos nucleares pueden desestabilizar todo el marco interpretativo de la persona, resaltando la importancia de una descripción detallada de la red de constructos durante la evaluación psicológica.

Definición de la Técnica de Rejilla (TR)

La Técnica de Rejilla (TR), ideada por George Kelly y originalmente llamada RepTest, es una herramienta valiosa para entender cómo percibimos y actuamos en nuestra vida diaria. Este instrumento de evaluación se basa en una matriz donde los constructos personales se cruzan con elementos específicos. A lo largo del tiempo, la TR ha evolucionado, dando lugar a diversas variantes en su administración y análisis.

Interesantemente, la TR ha trascendido su uso inicial en psicología clínica y de la personalidad, encontrando aplicaciones en campos tan variados como la psicología educativa, organizacional, forense, así como en inteligencia artificial, marketing, percepción ambiental, y estudios antropológicos.

En este manual, nos enfocamos en la modalidad interpersonal de la TR, la más común en el estudio de la personalidad y en contextos clínicos. Esta modalidad permite al individuo analizar su propia percepción de sí mismo y de las personas importantes en su vida. Para ello, la persona entrevistada identifica a individuos significativos en su entorno (los elementos de la rejilla), y a través de la comparación de estos elementos, se derivan los constructos personales.

El siguiente paso en la TR es pedir al sujeto que califique a cada uno de los elementos en relación con los constructos a través de una escala Likert, generalmente de 7 puntos. Esto genera una matriz numérica que incluye tres componentes clave: elementos, constructos y puntuaciones. La naturaleza sistemática de la TR y su capacidad para producir datos analizables matemáticamente la convierten en una herramienta científica para el estudio del significado personal.

Es importante destacar que, a diferencia de otras pruebas psicológicas, la TR no es un procedimiento totalmente estandarizado. Debe ser adaptada a los objetivos específicos y al contexto de cada evaluación.

Procedimiento de administración de la Técnica de Rejilla

El procedimiento para administrar la Técnica de Rejilla (TR) es flexible y se adapta a cada individuo, dependiendo de sus respuestas y necesidades específicas. A diferencia de otras evaluaciones, la TR no se basa en un conjunto fijo de preguntas, sino que se construye en colaboración con el sujeto, siguiendo unas pautas generales. Esto permite ajustar la técnica a los objetivos de la evaluación, a las características del sujeto y al área de estudio en cuestión.

La TR es aplicable a una amplia gama de personas a lo largo de su ciclo evolutivo y en diferentes niveles socio-culturales. Sin embargo, es necesario adaptar la técnica a las capacidades del entrevistado. Hay que tener en cuenta que su aplicación puede ser limitada o menos fiable en niños y ancianos con dificultades perceptivas o de memoria.

Generalmente, la TR se administra mediante una entrevista estructurada, en un ambiente relajado que permita al sujeto expresar sus impresiones libremente, sin temor a ser juzgado. La rejilla no se introduce en la primera entrevista, sino más adelante, cuando se ha establecido un marco general para el proceso de evaluación y se han recogido los datos básicos. Es importante enfatizar que no hay respuestas correctas o incorrectas; el objetivo es que el sujeto comparta sus perspectivas personales y subjetivas sin influencia o juicio por parte del entrevistador.

La administración de la TR puede dividirse en tres fases: 1) Obtención de elementos; 2) Elicitación de constructos; y 3) Puntuación. Para entender mejor este proceso, se puede tomar como ejemplo la rejilla de «Juan» (nombre ficticio), un hombre de 35 años diagnosticado con psicosis paranoide y delirios persecutorios. Juan, que vive con sus padres y hermana, participó en un estudio sobre análisis de constructos personales en personas diagnosticadas con esquizofrenia, llevado a cabo por el grupo de investigación «Intervención en Psicología Clínica y de la Salud» de la Universitat de Barcelona (más información en www.ub.edu/ipcs).

Obtención de los elementos

La selección de elementos en la Técnica de Rejilla (TR) se ajusta al contexto y objetivo de la evaluación. En el ámbito clínico, por ejemplo, los elementos son a menudo personas significativas en la vida del sujeto o relacionadas con su problema. Consideremos un adolescente que sufre acoso escolar; en este caso, sería apropiado incluir a sus compañeros de clase como elementos.

En la rejilla interpersonal, seleccionamos personas clave en la vida del sujeto, normalmente entre 10 y 20. Estas personas pueden incluir familiares, amigos importantes, y figuras como un «yo ideal» o un «yo ahora», así como representaciones del «yo» en diferentes momentos o contextos, como «yo antes del síntoma» o «yo en mi país de origen». Esta diversidad ayuda a explorar diferentes facetas y perspectivas del sujeto.

FIGURA 9.4 eva
Protocolo de la técnica de rejilla, tomado de Feixas, de la Fuente y Soldevilla (2003).

Los elementos se anotan en las columnas del protocolo de la rejilla, con el «yo ahora» generalmente en la primera columna y el «yo ideal» en la última. Los constructos, por otro lado, se escriben en las filas, y cada polo del constructo en los espacios adyacentes. En el cruce de elementos y constructos, se asigna una puntuación según una escala tipo Likert, que refleja el grado en que el elemento posee las características de cada polo del constructo.

FIGURA 9.5 eva
Rejilla de Juan (tomada de García-Mieres, Ochoa, Teba y Feixas, 2017).

Tomando el caso de Juan, un hombre diagnosticado con psicosis paranoide, se incluyeron sus padres, hermana, amigos, un primo cercano, su «yo antes de la crisis psicótica», el «yo ahora», el «yo ideal», y una persona non grata (su vecino). Esto lleva a un total de 11 elementos, indicando una red social no muy extensa. Generalmente, el mínimo de elementos es 10, y el rango más común es de 15 a 20.

Elicitación de constructos

La elicitación de constructos en la Técnica de Rejilla (TR) es un proceso interactivo y reflexivo. El evaluador presenta al sujeto pares de elementos (método diádico) y pide que identifique similitudes y diferencias entre ellos, las cuales representan los constructos personales. Estos constructos son las maneras en que el sujeto discrimina y da sentido a los elementos de su mundo.

Por ejemplo, en el caso de Juan, se le presentó un par formado por «yo ahora» y «madre». Se le preguntó cómo se parecen, a lo que Juan respondió que ambos son «protectores». Este es el primer polo del constructo. Luego, al preguntarle el contrario de «protector», Juan mencionó «no cuidar a los que te rodean», formando así el constructo «protector-no cuida». Es importante notar que los polos de los constructos pueden ser adjetivos o frases cortas con función descriptiva.

También se pregunta por diferencias entre los elementos. A Juan se le preguntó cómo difiere él de su madre, y él describió que es más «solitario» en comparación con su madre, que es «familiar». Estos contrastes son fundamentales para entender los constructos personales desde la perspectiva del sujeto, incluso si el evaluador no comparte la misma visión.

La elicitación de constructos continúa hasta alcanzar un número predefinido o hasta que el sujeto no pueda generar más constructos (punto de saturación). Generalmente, se busca obtener al menos 10 constructos, aunque más de 20 puede ser difícil de manejar. En el caso de Juan, se llegó a 25 constructos, mostrando una diversidad en su manera de interpretar su mundo interpersonal. Además, se suele incluir un polo de constructo «feliz» para explorar su opuesto, contribuyendo a estudios más amplios sobre el significado de la felicidad.

El método diádico es el más común para la elicitación de constructos, aunque hay otros métodos como el método monádico, donde se pide describir cada elemento individualmente. Durante este proceso, se pueden repetir características ya anotadas; en esos casos, se escuchan pero no se anotan de nuevo, buscando nuevas características.

Puntuación

La elicitación de constructos en la Técnica de Rejilla (TR) es un proceso interactivo y reflexivo. El evaluador presenta al sujeto pares de elementos (método diádico) y pide que identifique similitudes y diferencias entre ellos, las cuales representan los constructos personales. Estos constructos son las maneras en que el sujeto discrimina y da sentido a los elementos de su mundo.

Por ejemplo, en el caso de Juan, se le presentó un par formado por «yo ahora» y «madre». Se le preguntó cómo se parecen, a lo que Juan respondió que ambos son «protectores». Este es el primer polo del constructo. Luego, al preguntarle el contrario de «protector», Juan mencionó «no cuidar a los que te rodean», formando así el constructo «protector-no cuida». Es importante notar que los polos de los constructos pueden ser adjetivos o frases cortas con función descriptiva.

También se pregunta por diferencias entre los elementos. A Juan se le preguntó cómo difiere él de su madre, y él describió que es más «solitario» en comparación con su madre, que es «familiar». Estos contrastes son fundamentales para entender los constructos personales desde la perspectiva del sujeto, incluso si el evaluador no comparte la misma visión.

La elicitación de constructos continúa hasta alcanzar un número predefinido o hasta que el sujeto no pueda generar más constructos (punto de saturación). Generalmente, se busca obtener al menos 10 constructos, aunque más de 20 puede ser difícil de manejar. En el caso de Juan, se llegó a 25 constructos, mostrando una diversidad en su manera de interpretar su mundo interpersonal. Además, se suele incluir un polo de constructo «feliz» para explorar su opuesto, contribuyendo a estudios más amplios sobre el significado de la felicidad.

El método diádico es el más común para la elicitación de constructos, aunque hay otros métodos como el monádico, donde se pide describir cada elemento individualmente. Durante este proceso, se pueden repetir características ya anotadas; en esos casos, se escuchan pero no se anotan de nuevo, buscando nuevas características.

Análisis cualitativo y cuantitativo de la Rejilla

El análisis de la Técnica de Rejilla (TR) ofrece un panorama amplio y detallado del mundo interpersonal y cognitivo del individuo, abarcando tanto aspectos cualitativos como cuantitativos. Esta técnica resulta ser una herramienta compleja y multidimensional que permite una comprensión profunda de la estructura de construcción personal del sujeto.

Análisis Cualitativo
  1. Comprensión de los Constructos:
    • Contexto Cultural y Conceptual: Se analiza si los constructos son fácilmente comprensibles dentro del contexto cultural del individuo o si son idiosincrásicos (únicos para el sujeto).
    • Relación con Problemas Presentados: Se evalúa cómo los constructos específicos pueden estar relacionados con las dificultades o preocupaciones del sujeto.
    • Ejemplo de Juan: Sus constructos no son excesivamente idiosincrásicos y se adecúan a su contexto cultural.
  2. Análisis de Contenido Temático:
    • Diversidad de Constructos: Se observa la variedad y el número de constructos, lo que puede indicar la riqueza del sistema de construcción del sujeto.
    • Preponderancia Temática: La presencia de varios constructos con un mismo contenido temático sugiere áreas de mayor estructura y relevancia personal.
    • Ejemplo de Juan: No hay una preponderancia temática específica, lo que sugiere una adecuada variedad temática.
FIGURA 9.6 eva
Representación dual (constructos y elementos) del primer eje o factor de la rejilla de Juan.
Análisis Cuantitativo
  1. Técnicas de Análisis:
    • Análisis de Correlaciones y Distancias Euclidianas: Se examina la relación entre constructos y elementos, proporcionando información sobre asociaciones y distancias.
    • Análisis Multivariante: Como el análisis factorial de correspondencias, que proporciona una visión global de la estructura y agrupación de constructos y elementos.
  2. Interpretación Gráfica:
    • Representación Dual: Diagramas que muestran la relación entre elementos y constructos, interpretando cada eje como una dimensión de significado.
    • Eje Central: Generalmente, el primer eje (el que explica más varianza) es el más relevante.
  3. Índices Cognitivos:
    • Discrepancia Yo-Ideal: Mide la distancia percibida entre el «yo actual» y el «yo ideal», reflejando aspectos como autoestima o satisfacción personal.
    • Discrepancia Yo-Otros: Indica el grado de percepción de similitud o diferencia con los demás.
    • Discrepancia Ideal-Otros: Mide la percepción de adecuación de los demás en comparación con el ideal del sujeto.
    • Diferenciación Cognitiva: Evalúa la diversidad en la construcción del yo y los demás.
    • Polarización: Mide el uso de puntuaciones extremas, indicando posibles tendencias a la rigidez cognitiva.
  4. Conflictos Cognitivos:
    • Constructos Dilemáticos: Constructos que sugieren un conflicto cognitivo en el que no hay preferencia clara entre los polos.
    • Dilemas Implicativos: Conflictos cognitivos identificados cuando existe una correlación positiva entre constructos congruentes (sin discrepancias entre el «yo actual» y el «yo ideal») y constructos discrepantes (con discrepancias significativas).
Ejemplo con Juan

Análisis de su Rejilla: El análisis de la rejilla de Juan revela un interesante dilema psicológico. Juan se percibe a sí mismo como alguien bastante ‘antisocial’, pero aspira a ser más ‘sociable’. Sin embargo, en su esquema cognitivo, ser ‘sociable’ se relaciona inesperadamente (r = 0.44) con el rasgo negativo ‘vicioso’, tal como se muestra en la Figura 9.7. Tanto su ‘yo actual’ como su ‘yo ideal’ se identifican más con la característica opuesta ‘sano’. Por tanto, para Juan, ser más ‘sociable’ conlleva también ser percibido como ‘vicioso’, lo que representa un conflicto interno. Este dilema, quizás no plenamente consciente, puede generar obstáculos en su experiencia y autopercepción. Además, el programa RECORD 5.0 identifica otros dilemas en la rejilla de Juan. Los constructos ‘infeliz-feliz’ y ‘solitario-familiar’ también muestran una correlación dilemática (r = 0.35 y r = 0.42 respectivamente) con el constructo ‘sano-vicioso’. Esto sugiere que, para Juan, convertirse en alguien ‘sociable’, ‘feliz’ y ‘familiar’ implica también ser ‘vicioso’, es decir, perder su ‘sanidad’. Esta contradicción interna no es algo que Juan aceptaría fácilmente. Por lo tanto, aunque la rejilla de Juan presenta tres dilemas distintos, todos ellos están vinculados al mismo constructo central. Esto nos permite interpretarlos como un único ‘macrodilema’, lo que proporciona una visión más integrada de su conflicto psicológico.

FIGURA 9.7 eva
Dilema implicativo en la rejilla de Juan.
Aplicaciones Adicionales de la TR
  • Evaluación de Cambios: Al aplicar la TR al inicio y al final de una intervención (terapéutica, educativa, empresarial, etc.), se pueden evaluar los cambios en el sistema de construcción de la persona.
  • Estudios Interdisciplinarios: La TR ha encontrado aplicaciones en campos como marketing, diseño, apreciación ambiental, etc., demostrando su versatilidad.
Conclusión

La Técnica de Rejilla es una herramienta versátil que combina enfoques cualitativos y cuantitativos para ofrecer una visión integral de la estructura de construcción personal del individuo. Su capacidad para adaptarse a diferentes contextos y su utilidad en la comprensión profunda de los procesos cognitivos y relacionales del individuo la convierten en una técnica valiosa en psicología y más allá.

Referencias

  • Moreno Rosset and Ramírez Uclés (2019) Evaluación psicológica : proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos. Madrid: Sanz y Torres.

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