D E M O C R A T O P I A

Técnicas operantes para el incremento y mantenimiento de conductas

Miltenberger (2008). Afirma que el reforzamiento es el procedimiento por el que una conducta es fortalecida par las consecuencias que de forma fiable siguen a su ocurrencia.

El reforzamiento es sin duda el procedimiento por excelencia que se utiliza para incrementar y mantener conductas. Fortalecer una conducta es hacerla más frecuente, que ocurra más veces, y cuando una conducta es sometida a reforzamiento se incrementara en un futuro, ella y probablemente otras similares. Las consecuencias de la conducta reforzada pueden ser de naturaleza muy diferente, bien la consecución de un evento apetitivo (que nos inviten a cenar por haber hecho un favor) o bien la eliminación de un evento de carácter aversivo (no mojarnos al abrir el paraguas). En el prima caso hablamos de reforzamiento positivo y, en el segundo, de reforzamiento negativo.

Reforzamiento positivo

Es absolutamente imprescindible observar los efectos del estímulo agradable o placentero seleccionado sobre una conducta antes de poder afirmar que está funcionando como un reforzador positivo.

Hablamos de reforzamiento positivo cuando una conducta se incrementa ante la presentación de un estímulo agradable (estímulo apetitivo) como consecuencia de la realización de la misma. Los reforzadores positivos no son recompensas. La diferencia entre ambos es que para que podamos hablar de reforzamiento es necesario que se incremente la conducta que le precede, mientras que en el premio la presentación de un estímulo ante una respuesta no necesariamente hace más probable que se repita nuevamente. Hay que tener presente que no todos los estímulos son igualmente gratificantes para todas las personas, y cuando lo son para un individuo, no necesariamente lo son de forma similar en todas las circunstancias. En ocasiones incluso, un estímulo agradable puede ser reforzador o castigo según la persona que lo suministre.

Reforzamiento negativo

El reforzador negativo (al igual que el reforzador positivo también viene definido por su capacidad para incrementar la conducta a la que es contingente.

El reforzamiento negativo hace referencia al aumento de la probabilidad de que se repita una conducta al retirar un estímulo aversivo inmediatamente después de que se ha realizado la conducta. La respuesta emitida por el individuo elimina el estímulo aversivo que estaba presente, por tanto la ocurrencia futura se incrementa. En el caso de las fobias, el reforzamiento negativo suele ser causas de su mantenimiento. P. ej., si una persona teme volar, no coge aviones y reduce con ello su ansiedad, de esa forma, está reforzando negativamente su conducta de evitación. Cada vez que evita volar reduce su ansiedad, luego aumentará la frecuencia de la conducta de evitar los aviones.

Programas de reforzamiento

Craighead, Kazdin y Mahdney (1981). Cuando el objetivo es desarrollar inicialmente una respuesta, es preferible utilizar el reforzamiento continuo (todas las apariciones de la conducta son reforzadas) porque acelera su instauración e incrementa la tasa de respuestas. En contraste, cuando la respuesta ya ha llegado a los niveles deseados y lo que se pretende es mantenerlos, los programas de refuerzo intermitente (solo se refuerza un porcentaje de apariciones) son más apropiadas. Por último, en la fase de retirada de los reforzadores, los programas de reforzamiento intermitente son más resistentes a la extinción de la conducta anteriormente reforzada que los programas de reforzamiento continuo. En consecuencia, aunque el reforzamiento continuo es necesario para implantar nuevas conductas, la ventaja del reforzamiento intermitente es que produce conductas más resistentes a la extinción.

Los programas de reforzamiento son las reglas que describen cómo fomentar, incrementar y mantener una conducta en función de la aplicación de los reforzadores una vez emitida la conducta. Existen dos tiposde programas de reforzamiento: continuo e intermitente, con efectos diferentes sobre la conducta.

Reforzamiento continuo

Significa presentar un reforzador siempre que se realice la conducta objetivo. Conviene utilizarlo para aumentar la frecuencia de respuestas débiles o inestables o cuando se pretenda instaurar una nueva en el individuo. (P.ej. Propuestas de mejora en el trabajo, y se refuerza cada vez que lo haga).

Reforzamiento intermitente

Supone administrar el reforzador de manera contingente a la realización de una conducta, pero no todas las veces que se dé. (p.ej., Instaurado en la empresa un plus de xxx € cada vez que se alcanzan los objetivos empresariales). Existen dos tipos de programas: de razón y de intervalo.

Programas de razón

A veces conviene reforzar cuando el individuo ya ha realizado un cierto número respuestas. A esto se le llama programa de razón que puede ser fijo o variable. El término razón se refiere al hecho de que el reforzamiento se produce después de un número de respuestas, no importa cuánto tiempo haya pasado (el intervalo de tiempo es el aspecto relevante en los programas de intervalo), sino el hecho de que la conducta objetivo aparezca un número de veces determinado. Hay dos tipos de programas de razón: razón fija y razón variable.

  • Programa de razón fija. El reforzador se obtiene de forma contingente a la realización de la conducta un número determinado de veces previamente establecido. Se refuerza solo a veces cuando el individuo ya ha realizado en varias ocasiones la conducta.
  • Programa de razón variable. Se requiere también que haya un cierto número de respuesta antes de suministrar el reforzador, pero en este caso, el número varía alrededor de un promedio de reforzamiento.
Programas de intervalo

En muchas ocasiones puede ser más útil reforzar cada ciertos intervalos temporales. P. ej., observar cada semana la productividad de un trabajador y si alcanza el objetivo, reforzarle por ello. Los programas de intervalo pueden ser fijos o variables.

  • Intervalo fijo. Cuando el espacio de tiempo está fijado (por ejemplo, cada 7 días).
  • Intervalo variable. Cuando se aplica según un intervalo medio (por ejemplo, que haya un promedio de 5 minutos entre una oportunidad de refuerzo y otra).

Es importante señalar que los programas de reforzamiento intermitente pueden combinarse entre sí. Por ejemplo, programas de reforzamiento diferencial de tasas altas y bajas. Los programas de reforzamiento de tasas altas se utilizan cuando se desea obtener número alto de respuestas en un intervalo corto de tiempo. En contraste, los programas de reforzamiento de tasas bajas se utilizan cuando el objetivo es que se emita un número pequeño de respuestas en un intervalo largo de tiempo.

Referencias

  • Díaz García, et al. Manual De Técnicas y Terapias Cognitivo Conductuales. Desclée De Brouwer : Universidad Nacional De Educación a Distancia, 2017.
  • Apuntes Adela C. Leal
  • Apuntes M. Goretti González

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