La teoría de la perspectiva de Kahneman y Tversky (1979, 1992) es una modificación de la teoría de la utilidad esperada basada en la descripción de las decisiones de los sujetos. Pretende remediar las deficiencias anteriores. Introduce dos conceptos nuevos: el valor y el peso de las alternativas. La Teoría de la perspectiva asume que el valor de una opción es el resultado de la suma del producto del valor asignado a cada resultado X por el peso otorgado a la probabilidad de obtener X.
V=w(p1)v(x1) + w(p2)v(x2)+………… w(pn)v(xn)
El concepto de utilidad se sustituye por el concepto de valor, que se define en términos de ganancias y pérdidas desde un punto de referencia y no absolutos. La función del valor tiene forma de “S” y es asimétrica, donde el valor que se atribuye a cada nueva unidad es cada vez menor (pierde pendiente) y esto explica que en términos de ganancias se prefiera una segura a otra mayor pero solo probable (aversión al riesgo) y que en términos de pérdidas se prefiera asumir el riesgo de una pérdida mayor en lugar de evitar la pérdida menor pero segura. La asimetría explica los resultados que muestran mayor sensibilidad al grado de desviación de un resultado con respecto a un punto de referencia que al resultado por sí solo (se observa mayor impacto en el ámbito de las pérdidas que en el de las ganancias).
Si nos fijamos en la figura 7.8, vemos la forma de S de la función del valor, que en el caso de las ganancias es cóncava y en caso de pérdidas es convexa. Además, el valor que se atribuye a cada nueva unidad es cada vez menor, de ahí que pierda pendiente. Esto explica que en términos de ganancia se prefiera ganancia segura a otra mayor pero probable (aversión al riesgo), y que en términos de pérdidas se prefiera asumir el riesgo a una pérdida mayor en lugar de evitar una pérdida menor pero segura (preferencia por el riesgo).
En relación con el tratamiento de las probabilidades de las alternativas, la teoría de la perspectiva considera que los sujetos en sus decisiones no ponderan las alternativas con sus probabilidades objetivas, sino que lo hacen con unas ponderaciones que denominan pesos decisorios. Como podemos ver en la Figura 7 .9, los pesos decisorios guardan una relación no lineal con las probabilidades objetivas: los pesos son mayores cuando las probabilidades son bajas (sobreestimación), van perdiendo pendiente y son menores a partir de los tramos centrales de las probabilidades (subestimación) y se recuperan cuando las probabilidades son altas (efecto de la certeza).
Las aportaciones principales señalan que la función del valor subjetivo es cóncava para ganancias y convexa para las pérdidas y su inclinación es mayor cerca del punto de referencia (sensibilidad a ganancias o pérdidas en mayor en la primera unidad +10 y -10). Se postulan que se subestiman las probabilidades moderadas y altas, y se sobreestiman las probabilidades pequeñas y la certeza.
En la Tabla 7.4. podemos ver el patrón habitual de las actitudes hacia el riesgo encontrado por Tversky y Kahneman (1992).
Se distinguen dos fases: “edición” revisión preliminar de las alternativas y “evaluación” que da lugar a la elección de la alternativa que haya obtenido el valor más alto.
La fase de “edición” organiza y reformula las alternativas para simplificar los siguientes procesos de evaluación y elección. Se aplican las operaciones:
- Codificación de los resultados en pérdidas y ganancias. Estos se definen en relación con un punto de referencia. Si corresponde con el estado del problema, las ganancias y pérdidas coinciden, pero este punto de referencia puede cambiar por la formulación del problema o expectativas de la persona.
- Combinación de las probabilidades asociadas a resultados idénticos. Permite simplificar el conjunto de alternativas: 200 euros con probabilidad de 0,25 más otros 200 euros con probabilidad de 0,25, puede reducirse a 200 euros con probabilidad de 0,50.
- Segregación de los componentes ciertos de los componentes con riesgo. Una alternativa de 300 euros con probabilidad de 0,80 y 200 euros con probabilidad de 0,20 se puede descomponer en una ganancia segura de 200 euros y una ganancia de 100 euros con probabilidad de 0,80. Al final serán 280 euros.
- Cancelación de los componentes compartidos por todas las alternativas. La opción común se cancela.
- Simplificación por el redondeo o por eliminación de las alternativas muy poco probables. 101 euros con probabilidad de 0,49 euros puede considerar como 100 con probabilidad de 0,50.
Editadas se pasa a la fase de “evaluación” que comprende la función del valor subjetivo y la función de la probabilidad ponderada de obtener un resultado. Las estimaciones del valor de una alternativa son cambios de riqueza o bienestar y no en estados finales. El valor es tratado como una función con dos aspectos: una posición inicial que sirve de punto de referencia y la magnitud del cambio desde ese punto de referencia. La teoría se basa en una ecuación básica que describe la forma en la que se combinan la probabilidad y el valor subjetivo para determinar el valor global de las alternativas. Puede aplicarse a elecciones que implican otros atributos como calidad de vida etc. y no sólo a cantidades de dinero. Lo único que precisa es que los resultados esperados sean codificados como ganancias o pérdidas en relación a un punto de referencia y que las pérdidas sean percibidas como más graves que las ganancias del mismo tamaño.
Referencias
- RESUMEN M. GORETTI GONZÁLEZ
- GONZÁLEZ LABRA, M., SÁNCHEZ BALMASEDA, P., & ORENES CASANOVA, I. (2019). PSICOLOGÍA DEL PENSAMIENTO. MADRID: SANZ Y TORRES.
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