D E M O C R A T O P I A

Deseo ofrecer una disculpa y clarificación con respecto al contenido disponible en este espacio. Es importante destacar que la naturaleza del material publicado en esta página no es original, sino que consiste en gran medida en resúmenes derivados de diversos manuales de estudio mejor o peor referenciados. Estos resúmenes varían en su grado de textualidad y en la calidad de las referencias académicas utilizadas, abarcando desde citas directas hasta interpretaciones más libres de los textos originales.

Además, es relevante mencionar que en algunos casos, estos resúmenes y contenidos son elaborados con el apoyo de herramientas de Inteligencia Artificial. Por tanto, me gustaría reiterar nuestras disculpas por cualquier confusión o malentendido que haya podido surgir debido a la falta de claridad respecto a la naturaleza y el origen del contenido en kibbutzpsicologia.com.

TEORÍAS COGNITIVAS

Desde la psicología cognitiva se han propuesto diversas explicaciones sobre cómo manejamos y representamos los significados en nuestra mente. Tres son los principales enfoques o teorías al respecto: de redes, de rasgos y de prototipos.

Teorías de redes

Collins y Quillian (1969). Su modelo jerárquico planteaba una representación del conocimiento análoga a la que podría existir en una computadora, respondiendo al principio de economía cognitiva. Los conceptos serían nodos de la red conectados entre sí en distintos niveles jerárquicos.
Collins y Loftus (1975). Plantearon un nuevo modelo, basado en la propagación de la activación, que asume que la información semántica también está organizada en nodos interconectados, pero no de forma jerárquica.

Una de las ideas más influyentes sobre la organización de los conceptos es que el significado de una palabra forma parte de una especie de red de significados interconectados. Desde la psicología cognitiva y el paradigma del procesamiento de información, las primeras formulaciones sobre el significado se basaron en la metáfora del ordenador.

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Modelo de red jerárquica de Collins y Quillian (1969).

El modelo jerárquico de Collins y Quillian, los niveles más bajos de la red se encuentran los conceptos más específicos y, a medida que se asciende, los conceptos son cada vez más abstractos. De este modo, cada concepto se encuentra conectado a su categoría y, a través de ésta, a otra categoría superior. Por otra parte, cada nodo tiene asociadas las propiedades que le corresponden a su nivel dentro de la jerarquía.

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Tiempos de reacción en milisegundos en una tarea de verificación de oraciones de Collins y Quillian (1969).

Para poner a prueba su modelo, Collins y Quillian realizaron una serie de experimentos basados en la tarea de verificación de oraciones. En unos ensayos, a los participantes se les presentaba frases sobre la pertenencia a una categoría y debían responder lo más rápidamente posible pulsando uno de dos botones, uno si la frase era verdadera, y otro si era falsa. Efectivamente, los datos parecen ajustarse a lo predicho por el modelo, pues cuantos más nodos hay que recorrer, más tiempo se tarda en dar la respuesta. Por otra parte, se comprueba que las oraciones referidas a las propiedades de los conceptos consumen más tiempo que las que tratan sobre la pertenencia a las categorías. Aunque el modelo explicaba perfectamente esos primeros resultados, pronto aparecieron algunos problemas para los que el modelo no tenía respuesta. En primer lugar, no todos los conceptos se pueden organizar en un esquema jerárquico tan claro como el que se ha descrito. Con las categorías naturales como los animales o los vegetales las cosas parecen funcionar, pero con otras categorías no siempre es tan fácil establecer esas jerarquías. Especialmente resulta difícil con los conceptos abstractos. ¿Cómo podemos organizar conceptos como «dogma», «verdad» o «fe»? El modelo no tiene explicación para estos conceptos.

Limitaciones del modelo

Algunos datos de experimentos posteriores no encajaban en las predicciones del modelo. Así, según éste, se tardaría más tiempo en responder a la oración «Una vaca es un animal» que a la oración «Una vaca es un mamífero» porque la primera requiere ascender dos nodos (de vaca a mamífero y de mamífero a animal) y la segunda sólo uno (de vaca a mamífero). Sin embargo, sucede justo lo contrario: la primera se verifica mucho más rápidamente que la segunda (Rips, Shoben y Smith, 1973), lo que indica que la memoria no refleja necesariamente la estructura lógica de las categorías naturales. Tampoco encajan las respuestas de pertenencia de los ejemplares de una misma categoría. Dado que se asume que los nodos de un mismo nivel jerárquico son más o menos equivalentes, los nodos «gorrión» y «pingüino», situados ambos un nivel por debajo del nodo «ave». Sin embargo, no ocurre así: los tiempos de respuesta para gorrión son más cortos que para pingüino (Rips, Shoben y Smith, 1973). Ni siquiera encajan los resultados de las oraciones falsas.

  • LIMITACIONES DEL MODELO: dificultad con los CONCEPTOS ABSTRACTOS.
  • Datos experimentales que no encajan en el modelo:
    • TR ? Una vaca es un animal vs Una vaca es un mamífero (diferente distancia)
    • TR ? Un gorrión es un ave vs Un pingüino es un ave (misma distancia)
    • TR ? Un pino es una iglesia vs Un pino es una flor (igual de falsa y distancia)

Según el modelo, las respuestas negativas ante las frases falsas deberían arrojar tiempos parecidos para un mismo concepto: en todos los casos, el participante ascendería a los nodos superiores y, al no encontrar ninguno con la información buscada, daría una respuesta negativa. Pero tampoco ocurre así, pues cuanto más relacionados estén dos objetos, más difícil es tomar la decisión de que la oración es falsa y los tiempos de respuesta son mayores. Todos los problemas señalados obligaron a introducir importantes modificaciones en el esquema de red jerárquica (Modelo de propagación de activación ).

Problemas con el modelo de Collins y Quillian. Fue objeto de críticas por haber utilizado un reducido número de participantes y por su falta de entrenamiento previo lo que produjo mucha variabilidad en los TRs.

Viene de Psicología de la memoria
Red de propagación de activación

Los conceptos que están asociados entre sí (p. ej., fuego y rojo) se hallan más próximos dentro de la red y están unidos por un vínculo. Cuanto más fuerte es la asociación, más cercanos están y más corto es el enlace que los une. Cuando un concepto se activa, su activación se propaga a través de los otros nodos, de donde deriva el nombre del modelo. Si dos nodos están lejanos, la activación llega más débil que si están cercanos. Los nodos con una fuerte relación forman clusters o conglomerados que representarían campos semánticos (flores, colores, etc.) u otras informaciones estrechamente asociadas (cuna-bebé, etc.).

fig7 03
Modelo de propagación de activación de collins y Loftus (1975)
  • CONCEPTOS CLAVE: Propagación de la activación nodos interconectados pero NO jerárquicamente clusters o conglomerados (“frutas”).
  • LIMITACIONES DEL MODELO: Demasiado flexible, es difícil de someter a contraste, difícil de falsar.

Un modelo como éste tiene gran capacidad explicativa; puede dar cuenta de una extensa gama de hallazgos empíricos. Pero su propia generalidad es, al mismo tiempo, su principal limitación: es un modelo difícil de poner a prueba. Cuesta imaginar qué clase de experimentos podrían falsearlo (Harley, 2008) y así marcar sus límites, que es la forma en que se avanza en la ciencia. Al ser tan amplio, sus predicciones son también vagas. En cualquier caso, la noción de propagación de activación ha ejercido una fuerte influencia y es un mecanismo incorporado a la mayor parte de los planteamientos teóricos contemporáneos.

Según Collins y Loftus (1975), las críticas realizadas al modelo no lo invalidaban, pero aconsejaban la modificación del modelo original para introducir el concepto de distancia semántica y la posibilidad del almacenamiento de las mismas propiedades en varios nodos de la red en lugar de hacerlo en un único nodo. Basándose en estas observaciones, se propusieron otras redes semánticas que abandonaron el concepto de estructura jerárquica y tuvieron en cuenta el concepto de distancia semántica. En este nuevo modelo, un nodo conceptual se activa cuando una persona oye o lee un concepto. La activación de este nodo hace que se extienda a otros nodos que están situados próximos a él (cuanto mayor es la asociación entre los mismo, más corta es la línea que los une). Además de las estructuras de almacenamiento, se necesita la propagación de la información entre los conceptos representados en la estructura de la memoria semántica, que es el proceso que utiliza que utiliza el sistema cognitivo para actuar sobre la información contenida en dichas estructuras.

Viene de Psicología de la memoria

Teorías de rasgos

Katz y Fodor (1963). Primera formulación teoría de rasgos, defienden que los conceptos están representados en nuestra memoria como listas o agregados de rasgos semánticos.
Rips, Shoben y Smith (1973) y Smith, Shoben y Rips (1974). Formulan el modelo de rasgos más conocido. Según este modelo, los conceptos se representan en la memoria por medio de conjuntos de rasgos semánticos.
McCloskey y Glucksberg (1978). Demostraron que, aunque las personas coinciden en muchos conceptos, existen muchos otros sobre los que no hay acuerdo y cuyos límites son borrosos (p. ej., sólo la mitad de los participantes estaba de acuerdo en considerar una calabaza como un tipo de fruta, mientras que la otra mitad, no).
Smith y Medin (1981). Una aproximación teórica más reciente es la del modelo de rasgos probabilísticos.

El concepto «cana» puede descomponerse en los conceptos «pelo» + «blanco». Las teorías composicionales consideran que todos los conceptos están compuestos por un conjunto de primitivos semánticos o rasgos simples que ya no se pueden subdividir en otros. Estos modelos defienden que los conceptos están representados en nuestra memoria como listas o agregados de rasgos semánticos.

El modelo de rasgos más conocido es, sin duda, el formulado por Rips, Shoben y Smith (1973) y Smith, Shoben y Rips (1974). En esta teoría se contemplan dos tipos de rasgos: a) rasgos definitorios, que son claves para formar parte de una categoría semántica, y b) rasgos característicos, que añaden propiedades a los conceptos representados. Según este modelo de Smith et al. (1974), la existencia de estos dos tipos de rasgos implica que la verificación de oraciones se realice en dos estadios. En el primer estadio se recuperan tanto los rasgos definitorios como los característicos del ejemplar y de la categoría y se hace una comparación global entre ambos. Si existen muchos rasgos en común, esto es, si existe un gran solapamiento, respondemos rápidamente que sí, que ese ejemplar pertenece a la categoría.

fig7 04
Modelo de comparación de rasgos de Smith, Shoben y Rips (1974). C0 significa el criterio o valor que distingue entre bajo y moderado solapamiento de rasgos. C1 es el criterio que distingue entre solapamiento moderado y alto de rasgos.
  • CONCEPTOS CLAVE:
    • Primitivos semánticos o rasgos simples irreductibles.
    • Los conceptos son listas de rasgos semánticos
    • Rasgos DEFINITORIOS vs CARACTERÍSTICOS:
      • AVE: ponen huevos y tienen plumas…
      • AVE: vuelan, viven en nidos, cantan…
    • CANARIO: tiene plumas, poner huevos, volar, ser bípedo, tener color amarillo, canta, etc.
Limitaciones del modelo

En primer lugar, no está claro que todos los conceptos puedan descomponerse en un listado de rasgos simples. El ejemplo más conocido es el de Wittgenstein (1953) respecto al «juego». ¿Qué tienen todos los juegos en común? No es posible encontrar una lista de rasgos que definan el concepto de juego. Por otra parte, la teoría de rasgos presupone que existen límites nítidos entre las categorías semánticas, pero en la práctica los seres humanos funcionamos con límites difusos. Para mucha gente no está claro si un tomate es una fruta o una verdura. No hay un límite claro entre una «taza» y un «bol»: diversos objetos físicos se sitúan a lo largo de un continuo entre ambos conceptos, y diferentes participantes pueden categorizarlos de formas distintas.

  • LIMITACIONES DEL MODELO:
    • No todos los conceptos pueden descomponerse: ¿rasgos simples de “JUEGO”?
    • Los límites entre categorías son DIFUSOS
    • ¿Tomate es fruta o verdura?¿Almorzar y comer?

Esta teoría trabaja con listas de rasgos independientes, no captura nuestro conocimiento sobre cómo se relacionan entre sí las propiedades de los objetos. Así, dentro de la categoría de ave, los rasgos «pequeño» y «canta» se correlacionan mucho entre sí y los seres humanos conocemos esta correlación, pero esto no aparece reflejado en el modelo (Reeves, Hirsh-Pasek y Golinkoff, 1999).

Teoría de prototipos

Eleanor Rosch (1973). Principal impulsora de la teoría de los prototipos como alternativa a la teoría de rasgos.

Como alternativa a la teoría de rasgos surgió la denominada teoría de los prototipos, de la mano principalmente de Eleanor Rosch (1973). La teoría de los prototipos se basa en un enfoque distinto al de los rasgos: los objetos se agrupan por su semejanza familiar entre ellos; es decir, las categorías estarían definidas por el parecido entre sus miembros, y no por una definición lógica y objetiva que incluye o excluye los miembros de forma discreta (un objeto está claramente dentro y otro está claramente fuera). En lugar de considerar rasgos definitorios, que deben cumplir absolutamente todos los miembros de una categoría, Rosch habla de rasgos característicos de la categoría, o atributos típicos y comunes a muchos miembros de dicha categoría, aunque no necesariamente a todos (p. ej., «tener plumas», «volar», para las aves). Un prototipo sería una representación abstracta o el miembro ideal de esa categoría, una especie de promedio de
todos sus miembros y, en cierto modo, constituiría «el mejor ejemplo» de la categoría. De esta concepción se desprenden dos propiedades fundamentales: la estructura graduada y los límites difusos de las categorías.

fig7 05
Teoría de propotipos. Cuanto más típico o representativo de la categoría «aves» es un miembro, éste ocupa una posición más central. Los miembros más atípicos o menos representativos ocupan zonas periféricas.
Estructura graduada

No todos los miembros son igualmente representativos de la categoría; éstos varían en su grado de tipicidad o prototipicidad: un gorrión o un jilguero son más representativos de la categoría «ave» que un pingüino o un avestruz, porque poseen más rasgos característicos (pueden volar, etc.) y estarían más próximos a lo que sería el prototipo ideal de un ave. El funcionamiento de la mente no corresponde exactamente a la lógica objetiva de las cosas. Incluso en una categoría rígidamente definida como los números impares las personas consideran «más impar», por ejemplo, al número 13 que al 57. O «madre» se considera mejor ejemplo de «mujer» que «camarera» (cuando tan mujer es una madre como una camarera).

Límites difusos
Kail y Nippold (1984). Las palabras que representan objetos más típicos se recuerdan mejor en las pruebas de memoria.
Lakoff (1987). Parece que los seres humanos no manejamos significados o conceptos con límites nítidos, que respondan a una definición cuasimatemática («mueble es todo objeto que tiene las propiedades siguientes:…»), sino que, más bien, nos basamos en conceptos con fronteras difusas o borrosas entre ellos.

La teoría de los prototipos ha reunido importante evidencia empírica a su favor. En general, los miembros más prototípicos presentan ventajas en su procesamiento. Los experimentos con verificación de frases arrojan tiempos que reflejan la estructura graduada de las categorías: cuánto más central o típico es un ejemplar, menos tiempo tardan los participantes en dar una respuesta. Los sujetos harían comparaciones entre el ejemplar y el prototipo abstracto, y en la medida en que ambos estuvieran próximos, la decisión sería más rápida. Además, las palabras que representan objetos más típicos se recuerdan mejor en las pruebas de memoria (Kail y Nippold, 1984).

Limitaciones del modelo
Barsalou (1985). La estructura graduada de una categoría no revela propiedades invariantes asociadas a ella, sino que refleja la habilidad dinámica de la gente para construir conceptos en situaciones diversas.

No todos los conceptos parecen ajustarse bien a este esquema de prototipos; por ejemplo, ¿cuál es el prototipo para «verdad»? Por otra parte, los juicios de tipicidad no son fijos sino que varían sistemáticamente según el contexto. Un miembro considerado altamente prototípico en un contexto, puede no serlo en un contexto distinto. De hecho, las personas construyen categorías ad hoc orientadas a una meta, como, por ejemplo, la categoría de «cosas usadas para vender» o la de «objetos que te llevarías a un camping» o la de «comidas bajas en calorías»; aunque no corresponden a representaciones bien establecidas en la memoria, cuentan también con una estructura interna graduada y en ellas unos miembros son más típicos que otros. Finalmente, algunos autores señalan que se puede incurrir en circularidad: los ejemplares son miembros de una categoría porque son similares, y son similares porque son miembros de una categoría.

La teoría de los prototipos parte del principio de que el prototipo es una abstracción o miembro ideal de la categoría. Recientemente se ha cuestionado si esta abstracción es un componente esencial en la representación de los conceptos. Una variante posterior, conocida como teoría basada en ejemplares (Komatsu, 1992), no defiende la existencia de un prototipo abstracto, sino que éste estaría encarnado por ejemplares concretos que ocupan posiciones centrales en el espacio prototípico. De esta manera, los juicios de verificación no se basarían en comparaciones con prototipos abstractos, sino con ejemplares centrales.

Referencias

  • Cuetos Vega, González Álvarez, Vega, and Vega, Manuel De. Psicología Del Lenguaje. 2ª Edición. ed. Madrid: Editorial Médica Panamericana, 2020.
  • PDF Profesor tutor Pedro R. Montoro

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