Inicialmente, este trastorno se consideraba como el tipo de personalidad asociado a la esquizofrenia, siendo descrito de diferentes maneras por diversos autores en la primera parte del siglo pasado. Se le conocía como la «personalidad cerrada» según Hoch, «el esquizoide» según Bleuler, o incluso como la «personalidad autista» según Kraepelin. A lo largo de las diferentes ediciones del DSM, el trastorno esquizoide de la personalidad ha sido incluido, pero su significado ha ido evolucionando considerablemente.
Ejemplo caso clínico.
Ana es una mujer de 40 años que ha vivido la mayor parte de su vida en relativo aislamiento social. Desde su infancia, Ana ha preferido pasar la mayor parte de su tiempo sola, evitando interacciones sociales significativas. Aunque ha tenido algunos amigos en el pasado, no ha logrado mantener relaciones cercanas a largo plazo.
Ana trabaja como bibliotecaria y disfruta de su trabajo porque le permite pasar tiempo en soledad rodeada de libros. Sin embargo, rara vez participa en actividades sociales fuera del trabajo y evita situaciones en las que tenga que interactuar con personas desconocidas. A menudo se siente incómoda en situaciones sociales y prefiere evitarlas en la medida de lo posible. No tiene pareja ni amigos cercanos, y prefiere pasar la mayor parte de su tiempo en soledad. Tiene un trabajo a tiempo completo como programador de computadoras, pero no interactúa más allá de lo estrictamente necesario con sus compañeros de trabajo.
En términos emocionales, Rara vez muestra expresiones emocionales, tanto positivas como negativas, y parece tener una falta de interés en las actividades que suelen causar placer a la mayoría de las personas. Es difícil para los demás saber cómo se siente o qué piensa, ya que rara vez comparte sus emociones o pensamientos. A menudo se la describe como distante o fría por parte de sus colegas y conocidos.
A lo largo de su vida, Ana ha tenido dificultades para formar relaciones personales significativas y mantener amistades duraderas. Aunque parece estar cómoda con su estilo de vida solitario, a veces se siente triste o sola, pero aún así evita buscar conexiones emocionales con los demás.
Basándose en los síntomas y la historia clínica de Ana, se puede sospechar que Ana podría tener un trastorno de la personalidad esquizoide, ya que muestra un patrón de retraimiento social, restricción emocional y falta de interés en establecer relaciones personales cercanas, características típicas de este trastorno. Es importante destacar que un diagnóstico preciso solo puede ser realizado por un profesional de salud mental capacitado, y este ejemplo es puramente ficticio con fines ilustrativos.
Características clínicas y criterios para el diagnóstico
El trastorno de la personalidad esquizoide se caracteriza por una profunda incapacidad para relacionarse con los demás. Según los criterios diagnósticos del DSM-5, el rasgo principal del esquizoide es un comportamiento marcado por el distanciamiento de los contactos sociales y una capacidad limitada para expresar emociones en situaciones de interacción con otras personas. Por lo tanto, suelen mostrarse emocionalmente fríos y con una afectividad restringida. Su apariencia puede ser la de una persona con poca vitalidad, apática, con movimientos lentos y rígidos. Además, tienden a expresarse con un tono de voz monótono, incluso cuando hablan de temas que en principio podrían ser importantes. Presentan poca iniciativa y escasas habilidades sociales, y a menudo evitan o tienen poco interés en relacionarse con los demás. Prefieren la soledad y a veces crean un mundo fantástico que sustituye su limitada dinámica relacional con los demás.
Criterios para el diagnóstico del Trastorno de la personalidad esquizoide según el DSM-5 (APA, 2013) |
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CRITERIO A. Patrón dominante de desapego en las relaciones sociales y poca variedad de expresión de las emociones en contextos interpersonales, que comienza en las primeras etapas de la edad adulta y está presente en diversos contextos, y que se manifiesta por cuatro (o más) de los siguientes hechos: ✅No desea ni disfruta las relaciones íntimas, incluido el formar parte de una familia. ✅Casi siempre elige actividades solitarias. ✅Muestra poco o ningún interés en tener experiencias sexuales con otra persona. ✅Disfruta con pocas o con ninguna actividad. ✅No tiene amigos íntimos ni confidentes aparte de sus familiares de primer grado. ✅Se muestra indiferente a las alabanzas o a las críticas de los demás. ✅Se muestra emocionalmente frío, con desapego o con afectividad plana. |
CRITERIO B. No se produce exclusivamente en el curso de la esquizofrenia, un trastorno bipolar o un trastorno depresivo con características psicóticas, otro trastorno psicótico o un trastorno del espectro autista, y no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de otra afección médica. |
Nota: Si los criterios se cumplen antes del inicio de la esquizofrenia, se añadirá «previo», es decir, trastorno de la personalidad esquizoide (previo). |
Debido a su falta de interés por las relaciones interpersonales, tienen pocos o ningún amigo íntimo y no suelen experimentar satisfacción o interés por pertenecer a un grupo, ya sea familiar o de cualquier otra naturaleza. Tampoco muestran interés en mantener relaciones cercanas con otras personas, incluso cuando hay oportunidades para ello, y rara vez establecen relaciones románticas. Suelen desempeñar trabajos que requieren poco contacto interpersonal. Además, su expresión emocional es limitada y suelen mostrarse distantes y reservados. A menudo reciben con indiferencia los elogios o críticas que puedan recibir de los demás, y parecen no experimentar placer, o solo lo experimentan en algunas actividades o experiencias, lo que se refleja en una anhedonia crónica.
Según Beck y Cols. (2001, 2001), los esquizoides pueden tener distorsiones cognitivas como la sobregeneralización, magnificación/minimización, inferencia arbitraria e ilusión de control. Estas distorsiones se reflejan en pensamientos como «Es mejor estar solo y no depender de nadie», «Estoy mucho mejor solo», «Lo que los demás piensen de mí no tiene ningún valor», «Las relaciones personales son complicadas, solo traen problemas y coartan la libertad», «Puedo vivir perfectamente solo y hacer todo lo que necesito sin ayuda de nadie». Con este tipo de ideación, no es raro que los esquizoides se consideren a sí mismos como autosuficientes e independientes, mientras que los demás los perciben como extraños y diferentes. Además, pueden experimentar episodios psicóticos breves (de minutos a unas pocas horas), especialmente como respuesta a situaciones de estrés.
♂️Epidemiología, comorbilidad y curso
La prevalencia del trastorno esquizoide muestra datos publicados extremadamente dispares. En general, parece ser más frecuente en hombres. Sin embargo, es importante tener en cuenta que ciertas situaciones sociales pueden provocar un aumento artificial en el diagnóstico de este trastorno, como por ejemplo en contextos de exclusión social, migración forzada o cambios de un entorno rural a uno urbano.
El DSM señala que la frecuencia del trastorno esquizoide parece ser mayor cuando coexiste con otros trastornos de personalidad como el esquizotípico, paranoide o evitativo, y que puede manifestarse desde etapas tempranas de la vida a través de comportamientos solitarios, evitación activa de las relaciones sociales, falta de amigos e interés por establecerlos, así como un rendimiento escolar por debajo de lo esperado según la capacidad intelectual.
En cuanto a su evolución, el trastorno esquizoide puede preceder a un trastorno delirante o a una esquizofrenia, o coexistir con una depresión mayor. Además, no son infrecuentes los casos de abuso de sustancias y alcoholismo en personas con este trastorno.
Diagnóstico diferencial
Los principales trastornos con los que se debe realizar el diagnóstico diferencial y los principales indicadores clínicos a tener en cuenta en cada caso son:
- En primer lugar, trastorno delirante, esquizofrenia, depresión y trastorno bipolar con síntomas psicóticos.
- En segundo lugar, especialmente cuando se trata de adolescentes, es importante establecer una diferenciación con los trastornos del neurodesarrollo (Asperger, autismo): en estos casos, los problemas de interacción social comienzan en edades tempranas y la presencia de comportamientos estereotipados es mucho más evidente que en las personas con trastorno esquizoide.
- En tercer lugar, es necesario diferenciar el trastorno esquizoide de otros trastornos de personalidad con los que puede coexistir. En comparación con el trastorno esquizotípico, la mayor diferencia radica en que el trastorno esquizoide generalmente no presenta distorsiones cognitivas ni perceptivas. Además, la suspicacia e ideación paranoides del trastorno paranoide no son características del trastorno esquizoide.
- Por último, el aislamiento social en las personas con trastorno evitativo de la personalidad se debe al miedo a no saber cómo comportarse y a la anticipación de rechazo, mientras que en el trastorno esquizoide, el deseo de relacionarse con otros es muy limitado o está ausente.
Etiología
Los estudios de Millon y Davis (1996) sugieren que las personas con trastorno esquizoide pueden haber heredado una predisposición constitucional hacia la inactividad, la falta de sensibilidad o respuesta al refuerzo, o disfunciones cognitivas. Estos rasgos heredados, combinados con un entorno familiar o social emocionalmente empobrecido, podrían interferir en las primeras experiencias de apego y en el aprendizaje social, lo que resultaría en el establecimiento de un estilo de personalidad de desapego emocional e interpersonal que perdura a lo largo de la vida.
Algunos estudios clínicos respaldan estas sugerencias, ya que indican que el trastorno esquizoide es más frecuente en adultos que experimentaron relaciones frías, negligentes y poco gratificantes durante su infancia, lo que los lleva a dar por sentado que no es valioso ni importante relacionarse con los demás. Además, se cree que ciertos factores constitucionales heredables, como la introversión, que es altamente heredable, son características del trastorno esquizoide en investigaciones realizadas tanto en población psiquiátrica como en población general. La falta de cordialidad también se ha constatado en menor medida en estos estudios (Pelechano et al., 2009).
En cuanto a la relación del trastorno esquizoide con la esquizofrenia, los resultados son menos consistentes que en el caso del trastorno esquizotípico. Sin embargo, algunos autores como Wolff (2000) indican que dado el aislamiento y desinterés social que comparte este trastorno con el autismo, podría haber elementos comunes en su desarrollo. Además, estos factores, junto con otros relacionados con la crianza, podrían aumentar el riesgo de desarrollar un trastorno esquizoide.
Referencias
- Belloch, Sandín, Ramos Campos, and Sandín, Bonifacio. Manual De Psicopatología. 3ª edición. Madrid [etc.]: McGraw-Hill Interamericana De España, 2020. Print.
- ChatGPT