Tipo de fase de sueño retrasada
Diagnóstico y características clínicas
APA (2013); Sack et al. (2007). La característica diferencial con el insomnio se basa en que la cantidad, calidad y eficiencia del sueño son adecuadas cuando la persona puede dormir de forma libre. Se considera que este retraso debe ser superior a las dos horas de duración y mantenido durante un período de tiempo superior a los tres meses. |
Este trastorno se caracteriza por una alteración estable en el horario de sueño deseado por la persona o que se considere normativo. De esta forma, la persona va a presentar insomnio y dificultades para despertarse, provocando fatiga diurna y somnolencia
Epidemiología y curso evolutivo
Prevalencia
APA (2013); AASM (2014). La prevalencia de este trastorno se estima entre el 0,17 y el 16% atendiendo a la etapa vital de la población. |
Es un trastorno que se da principalmente en adolescentes y en la adultez temprana. Es muy probable que se deba a los cambios en el ritmo circadiano que se producen durante el desarrollo y que se regule con el inicio de la edad adulta y la estabilización del ritmo de sueño-vigilia. A pesar de esto, hay un pequeño aumento en torno a los 50-60 años de edad.
Inicio y evolución
El inicio se suele producir en la adolescencia, desapareciendo con la vida adulta, donde es poco prevalente. Las personas que han sufrido este trastorno durante la adolescencia pueden tener recaídas, sobre todo asociadas a cambios vitales que afecten a las rutinas y los horarios habituales. En torno a los 60 años de edad hay un segundo inicio, producido probablemente por los cambios hormonales asociados a la vejez, así como por los cambios sociales relacionados con la jubilación.
Tipo de fase de sueño avanzada
Diagnóstico y características clínicas
La característica diagnóstica fundamental es una alteración en el horario del sueño respecto a lo deseado y/o normativo. Este desfase debe producir un adelanto de más de dos horas en los horarios de sueño y despertar.
Epidemiología y curso evolutivo
Prevalencia
APA (2013). La prevalencia de este trastorno se estima en torno al 1 % en personas de media edad siendo probablemente más elevada en la vejez, aunque el dato exacto es desconocido. |
Inicio y evolución
El inicio se suele determinar al final de la edad adulta y antes de la vejez. Conforme aumenta la edad es más probable que se sufra el trastorno y que este tenga una mayor gravedad. El desfase horario puede aumentar con cambios en las rutinas por causas sociales o ambientales.
Tipo de fase de sueño irregular
Diagnóstico y características clínicas
La principal característica es la ausencia de un patrón claro de sueño-vigila, produciéndose un sueño muy fragmentado que da lugar a varios períodos de somnolencia durante el día. Así pues, la persona presentará signos de insomnio, pero durante el día tendrá altos niveles de somnolencia que producirán varias siestas largas. De esta forma el patrón de sueño-vigilia no es claro.
Epidemiología y curso evolutivo
Este trastorno es algo más frecuente en ancianos y en los últimos años de la adultez pese a que la prevalencia es desconocida. Sin embargo, no hay datos fiables sobre las diferencias por sexo, pese a que se sabe que una mayor edad se asocia con una mayor somnolencia diurna.
Tipo de fase de sueño vigilia no ajustado a las 24 horas
Diagnóstico y características clínicas
Este trastorno se caracteriza por una regulación del sueño en ciclos diferentes a las 24 horas. Esta alteración produce que las personas presenten insomnio y/o somnolencia.
Epidemiología y curso evolutivo
Se desconoce la prevalencia exacta en individuos sin otros trastornos. En personas invidentes se sitúa en torno al 50% (APA, 2013). El trastorno se suele presentar de forma persistente, alternándose con etapas asintomáticas.
Tipo asociado a turnos laborales
Este trastorno se produce en trabajadores con horarios nocturnos, lo que, con el tiempo, provoca una alteración en el sueño (no pudiendo dormir durante el día las horas necesarias o incluso en días no laborales), junto con una elevada somnolencia diurna. Los síntomas suelen remitir por completo si se establece un horario diurno de trabajo.
Tipo asociado a desfase horario o jet lag
Markwell y McLellan (2019). De forma habitual el ritmo se ajusta por sí mismo al cabo de unos días, pese a ello, en viajeros frecuentes el jet lag se asocia con una mayor probabilidad de desarrollar diversas enfermedades. |
Este trastorno se produce tras un desplazamiento que implique un cambio de varias franjas horarias. El cambio de hora produce un desfase de sueño adelantado o atrasado. Además, puede haber síntomas de fatiga, somnolencia, dolor de cabeza, etc.
Referencias
- Belloch, Sandín, Ramos Campos, and Sandín, Bonifacio. Manual De Psicopatología. 3ª edición. Madrid [etc.]: McGraw-Hill Interamericana De España, 2020. Print.