Trastornos asociados a traumas y estresores
Según el DSM-5 (APA, 2013), los trastornos relacionados con el trauma y el estrés se caracterizan por la exposición explícita a un suceso traumático o estresante como criterio diagnóstico.
Según el DSM-5 (APA, 2013), los trastornos relacionados con el trauma y el estrés se caracterizan por la exposición explícita a un suceso traumático o estresante como criterio diagnóstico.
Aunque los trastornos infantiles (TAR y TRSD) tienen una etiología común (negligencia de los cuidadores), difieren en su presentación clínica. El TAR se manifiesta como un trastorno de la internalización de los síntomas depresivos y de comportamientos de retraimiento, mientras que el TRSD se presenta como un estilo de conducta desinhibido y con comportamientos externalizantes (APA, 2013).
El Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) es un trastorno psicológico que puede desarrollarse después de haber experimentado o presenciado un evento traumático que involucra una amenaza a la integridad física o la vida de una persona.
El Trastorno de Estrés Agudo (TEA) es una reacción postraumática intensa que puede ocurrir después de un evento traumático y se caracteriza por síntomas disociativos como embotamiento emocional, aturdimiento y despersonalización, así como reexperimentación del suceso y síntomas intensos de ansiedad.
Los acontecimientos traumáticos, como la violencia, el abuso, la agresión sexual, el asesinato o el terrorismo, pueden poner en peligro la integridad física y psicológica de una persona y generar una sensación de indefensión y desesperanza.