Los trastornos de ansiedad se caracterizan por una respuesta emocional excesiva y desproporcionada ante situaciones que no representan una amenaza real, lo que puede interferir significativamente en la vida diaria de la persona afectada.
El mutismo selectivo es un trastorno de ansiedad en el que el niño o la niña es capaz de hablar en determinadas situaciones, pero no en otras.
El trastorno de ansiedad de separación es un tipo de trastorno de ansiedad que se presenta principalmente en la infancia y se caracteriza por un miedo excesivo e irracional a separarse de las personas con las que el niño tiene un vínculo afectivo.
El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) es un trastorno mental caracterizado por una preocupación excesiva e incontrolable sobre una variedad de temas que se presenta con síntomas físicos y psicológicos. El TAG puede afectar significativamente la calidad de vida de quienes lo padecen y puede ser tratado mediante terapias psicológicas y farmacológicas.
El trastorno de pánico es un trastorno de ansiedad que se caracteriza por ataques de pánico inesperados y recurrentes, mientras que la agorafobia es un trastorno de ansiedad en el que la persona experimenta miedo intenso a estar en lugares donde podría ser difícil escapar o recibir ayuda en caso de un ataque de pánico.
La palabra fobia proviene del término griego «phobos» que significa miedo o pavor. Se utiliza para describir reacciones de miedo intenso acompañado de evitación, que son inducidas por situaciones reales o anticipadas que objetivamente no justifican tales respuestas.
